
«Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús» (Filipenses 3:13, 14).
Estos últimos días del año son el momento perfecto para reflexionar sobre nuestras experiencias, renovar nuestras metas y mirar hacia adelante con expectativa. El apóstol Pablo nos anima a mirar hacia adelante con determinación y fe en Dios.
Aunque podamos haber experimentado desafíos y fracasos en el año que termina, podemos confiar en que Dios nos da la oportunidad de empezar de nuevo. Dejemos de lado cualquier cosa que nos detenga y enfoquémonos en lo que está por venir, con fe y esperanza en Dios.
El texto bíblico para hoy nos desafía a esforzarnos por alcanzar las metas y los sueños que Dios ha puesto
en nuestro corazón. A medida que nos preparamos para enfrentar un nuevo año, recordemos que Dios nos ha dado dones y talentos únicos para usar en su servicio. Esforcémonos por alcanzar nuestras metas con diligencia y dedicación, confiando en que Dios nos guiará y fortalecerá en el camino.
Por sobre todo, recordemos que nuestra verdadera recompensa está en el Cielo. Mantengamos nuestros ojos en Cristo y en el premio eterno que él ofrece, y avancemos con fe y confianza en su amor y su gracia.
A medida que nos preparamos para despedirnos del año que termina y dar la bienvenida al nuevo, recordemos que Dios nos llama a seguir adelante con valentía y confianza en él. Podemos encarar lo que venga recordando que Dios está con nosotros en cada paso del camino, fortaleciéndonos y capacitándonos para vivir una vida que honre y glorifique su nombre.
¡Que este versículo sea un recordatorio constante para nosotros en los días venideros, y que nos inspire a avanzar con fe y determinación en el año que está por venir!
Oración: Querido Dios, bendíceme abundantemente y guíame en el nuevo año.

