Las pilas de la linterna – II
“No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús” (Fil. 3:13, 14, NTV).
Me había acostumbrado a caminar en la oscuridad, pero de repente a lo lejos vi la luz de una linterna y escuché algunos gritos que indicaban que el grupo estaba más cerca.
Se habían adentrado en la arboleda y ya no había camino trazado. Tropecé un par de veces con las ramas sueltas y los troncos caídos que no veía.
Puede parecer, cuando quieres acercarte a la luz, que las cosas de repente se ponen un poco más difíciles, pero avanzas igual. Si conoces tu destino, los obstáculos solo van a hacer que recuerdes la importancia de mantener tus ojos fijos en la luz.
Seguramente sabemos que nuestro destino final es el cielo, pero ¿cómo podemos reflejar ese objetivo aquí en la tierra?
Alguno podría preguntarse qué hacía a las diez de la noche un sábado caminando sola por un bosque oscuro. Desde afuera podría no entenderse, pero lo estaba haciendo porque creo que es importante participar en las actividades que realizamos, porque ayudan a generar unidad, trabajo en equipo, sentido de identidad y pertenencia y mayor conocimiento de Dios. Entonces sí tiene sentido, porque todo eso está en concordancia con la meta final. Los obstáculos molestos y las adversidades inesperadas son parte de ese camino, pero hay un rumbo marcado que es más trascendente que todo lo otro. Te invito a pensar en qué estás haciendo y si eso te está acercando o alejando de tu meta.
Alguien, mirando desde afuera, puede pensar que lo que haces no tiene sentido, que la oscuridad o soledad que experimentas no vale la pena. Pero si tú sabes qué es lo que hay del otro lado del bosque, esas opiniones van a dejar de pesar.
Al día siguiente, antes de que amaneciera completamente, todos estaban sentados afuera de sus carpas leyendo la Biblia, comenzando el día con Jesús, un poco más cerca de la meta.
¿Cómo será tu día hoy? ¿Cómo demostrarás cuál es tu destino?