Firmes y adelante
“De modo que ahora hemos vuelto a vivir, sabiendo que estáis firmes en el Señor” (1 Tesalonicenses 3:8).
Antes de que una criatura camine, se pone de pie. En los dos primeros capítulos, Pablo puso a la iglesia de pie y ahora quiere ayudarla a caminar. La palabra clave aquí es “afirmar”.
Los conversos deben saber que la nueva vida no es fácil, que vendrán pruebas y persecuciones, pero que pueden mantenerse fieles y misioneros. ¿Cómo ayudó Pablo a que la iglesia se afirmara y marchara hacia delante?
1-Les Envió a Timoteo. Pablo no abandonó a sus ovejas en su hora de peligro. Timoteo era ideal para ayudar; compartía la fe, el evangelio, la esperanza y la misión. Era un ministro amante y paciente. Era un discípulo que había sido discipulado por Pablo.
2-Les escribió una carta. El informe de Timoteo a Pablo fue muy alentador. Los nuevos creyentes permanecían firmes. No creyeron las mentiras del enemigo.
Pablo adoctrina a los Tesalonicenses sobre Dios el Padre y Jesucristo, el Espíritu Santo, el pecado, la salvación, la iglesia, el ministerio y la Segunda Venida. Para el apóstol, la Palabra de Dios es comida nutriente, luz guiadora y un arma defensora.
3-Oró por ellos. La Palabra de Dios y la oración van juntas. Pablo, igual que Jesús, oró por sus discípulos y pidió tres cosas:
La primera es que la fe creciera. Cuanto más usamos fe, más fuerte se hace.
La segunda es que su amor abundara. Algunos edifican muros y se encierran en sí mismos, mientras que otros edifican puentes y se acercan más al Señor y a su pueblo. Amarse unos a otros es mandato de Jesús.
La tercera es que la santidad se desarrolle, para ser irreprensibles delante de Dios. La oración no era incidental ni accidental; era permanente, de noche y de día y con gran insistencia. “De principio a fin, las lecciones y los ejemplos del Señor nos enseñan que la oración que no persevera, no insiste en el pedido y no se renueva permanentemente tomando fuerza de cada petición anterior, no es una oración que prevalece” (William Arthur).
¿Qué podemos hacer para ganar a otro y ayudar a mantenerlo en la fe? Animar y permanecer a su lado, compartir la Palabra y orar. Pablo hizo eso, y le fue muy bien.