El soplo marca la diferencia
Dios el Señor formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. Génesis 2:7
Dios es el primer artesano. Usó elementos de la tierra para crear al hombre. A diferencia de todo lo demás, que creó con su voz, a Adán lo formó con sus propias manos. Ya casi lo había terminado de formar: Adán tenía ojos, oídos y pies; pero todavía no veía, ni oía, ni caminaba. Era como un muñeco. Pero entonces, Dios hizo algo que ningún artesano que modela utensilios de barro puede hacer. Demostró su poder cuando sopló en la nariz de Adán el aliento de vida. Solamente él puede dar vida, porque la vida viene de él.
Por la desobediencia de Adán y de Eva, ahora nosotros vivimos solo por un tiempo. Nuestra vida es corta y tenemos muchos problemas. La buena noticia es que Dios quiere darnos vida eterna ¡y tiene el poder para dárnosla!
Después de que Jesús resucitó, el grupo de discípulos todavía estaba atemorizado, escondido y con muy poca fe; de repente, Jesús apareció y los consoló. Además: “Sopló sobre ellos, y les dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo’ ” (Juan 20:22). Ese soplo marcó la diferencia para que aquel grupo se convirtiera en un grupo de discípulos valientes, fervorosos y dispuesto a testificar del amor de Jesús.
Sin Jesús, somos como Adán sin el soplo: solo barro. Tenemos corazón, pero no podemos amar al prójimo; ojos, pero no leemos la Biblia; oídos, pero nos incomoda escuchar una predicación; pies, pero no servimos a los demás. Vivimos limitados a lo terrenal y pasajero. Pero así como ocurrió con Adán, Dios baja a nuestro nivel porque quiere soplarnos su vida. Igual que como con los discípulos, el Maestro de Galilea quiere soplarnos su poder para que vivamos con felicidad.
El soplo de Dios es el Espíritu Santo, que viene como un viento fresco que nos limpia, nos renueva, nos fortalece y nos transforma. Recíbelo hoy, mañana y cada día, para que vivas la hermosa vida que Dios desea para ti.
Me encanta leer para mis hijos y para mí Dios bendiga este ministerio
Está incorrecta la lectura o reflexión de hoy… debería ser sobre el incendio de Chicago