¡Anticípate!
“Estad siempre gozosos” (1 Tesalonicenses 5:16).
No hay duda, siempre es siempre. Puedo recordar perfectamente momentos de gozo, dicha, felicidad… ¿Y tú? Pero el apóstol Pablo es enfático: siempre debemos estar gozosos. ¿Es posible esto?
Corría el año 1989, era la época de Navidad y regalos, y quería hacerles uno muy especial a mis niñas. Por mucho tiempo había deseado una colección de libros llamada: “Cuéntame una historia”. Cada uno de los cinco tomos contenía historias de niños, de donde podían extraerse importantes enseñanzas. Por fin llegaron a nuestro hogar y me alegró mucho que “mis curiosas” estuviesen aún en la escuela, así la sorpresa sería dada el 24. Cuando llegó Nochebuena, confesaron que revisando el armario ya las habían visto, pero solo las tapas. Sonreí, porque se justificaron diciendo que fueron felices doblemente: cuando las descubrieron y en ese momento cuando abrían sus páginas.
¿Qué te hace feliz? ¿Sacarte la mejor calificación? ¿Salir a jugar? ¿Que te feliciten? ¿Que te quieran tus compañeros? ¿Viajar con tu familia?
¿Comer dulces? Muchas de estas cosas son posibles porque antes debes haber hecho otras que también debieron darte dicha. Sigamos el mismo orden de las preguntas anteriores: primero debiste tener dicha al prestar atención en clase a tus profesores, tener bien tu carpeta y dedicar tiempo a estudiar. Salir a jugar se puede y se disfruta si primero ayudaste a lavar la loza, barriste el piso o cuidaste a tu hermanito pequeño con alegría. Y sin duda los padres que son generosos en elogios, te felicitarán por esa tarea que haces sin que tengan que obligarte.
Los compañeros reflejarán en su forma de ser cómo eres tú con ellos. La mayoría de las relaciones humanas son un espejo. Por eso dice la Biblia: ama a tu prójimo como a ti mismo. Si todos pensáramos así, seríamos más felices.
¿Qué en cuanto a viajar y disfrutar las vacaciones? Dice el sabio Salomón que “todo tiene su tiempo bajo el sol”. Por eso, cuando tengas que trabajar y estudiar, hazlo. Y que no haya que cortar vacaciones porque debes hacer lo que no hiciste cuando era el momento, en la época de clases. ¿Y comer dulces? Si llevas una dieta saludable te dará alegría tener salud e inteligencia. Pero además te puedes dar algún gustito de vez en cuando con algún postre rico.
¿Ves cómo siempre se puede tener gozo? Aprendamos del apóstol Pablo que era un ejemplo en este aspecto. Aun en la cárcel cantaba y seguía haciendo el bien. ¡Ejercita tener gozo!
Mirta