Domingo 09 de Enero de 2022 | Matutina para Adolescentes | Comienza la guerra civil estadounidense

Comienza la guerra civil estadounidense

«Cuando estén ya en su propia tierra y tengan que salir a la guerra contra el enemigo opresor, las trompetas darán la señal de combate. Entonces el Señor se acordará de ustedes y los salvará de sus enemigos» (Números 10:9, NVI).

Todo comenzó cuando un destacamento de soldados confederados en una isla frente a la costa de Carolina del Sur disparó contra un barco mercante de vapor. El barco llevaba suministros al puesto militar de Fort Sumter, cerca de Charleston. Un ataque al fuerte solo podía significar una cosa: que los Estados Confederados del Sur estaban preparados para romper con la Unión, y eso es exactamente lo que consiguieron. Corría el 9 de enero de 1861, y con ese disparo comenzó oficialmente la Guerra Civil Estadounidense. Carolina del Sur fue el primer estado en separarse de los Estados Unidos de América, y en pocos meses otros doce estados siguieron su ejemplo.

La Guerra Civil fue una guerra terrible que duró más de cuatro años. Dividió a familias y comunidades enteras. Al final, todos pagaron un alto precio. Las carreteras y los ferrocarriles quedaron destruidos, los barcos no pudieron entregar ni recoger sus cargamentos, y las cosechas se pudrieron en los campos. El Sur parecía tener los mejores generales, pero el Norte tenía más hombres y el gobierno federal de su lado. Durante los primeros años de la guerra, el Sur parecía ganar todas las batallas importantes, pero la falta de dinero y la fatiga militar empezaron a pasar factura. Cuando los tres años se convirtieron en cuatro, se hizo cada vez más evidente que la guerra se estaba estancando por falta de inspiración. La esclavitud era probablemente la cuestión más grave que estaba en juego, pero ninguno de los dos bandos la había utilizado realmente como motivo para ir a la guerra. Algunos han atribuido la prolongación de la guerra a la falta de líderes con objetivos morales claros que defendieran lo correcto.

¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras en medio de una guerra, de pie y desarmado en un campo abierto, con las balas zumbando por tu cabeza? Tal vez sientas que tu conciencia te dispara por tus pecados pasados. Tal vez el futuro te parezca territorio enemigo hostil e imposible de navegar con seguridad.

Lo peor de todo es que tal vez sientas que Dios es quien te está disparando. Permíteme asegurarte que, lejos de atacarte, Dios está a tu lado, recibiendo balas por ti de las que ni siquiera te das cuenta. Pero para ser rescatado debes gritarle con todo tu corazón. Si das este salto de fe y confías verdaderamente en él, la victoria está garantizada.

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1 comentario
  • La lección de hoy me enseña a vivir por fe y sentirme dichos de que mi padre Celestial esta a mi lado en cada batalla