Descubrimiento de planetas
“Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y porel soplo de su boca, las estrellas” (Salmo 33:6, NVI).
¿Cuántos planetas hay en nuestro sistema solar? ¿Nueve? O tal vez ocho, dependiendo de a qué astrónomo le preguntes. (Algunos han redefinido a Plutón como una simple bola de hielo y no como un planeta.) ¿Cuál planeta es el séptimo contando desde el Sol? Si has dicho Urano, estás en lo cierto. El 13 de marzo de 1871, el inglés Sir William Herschel anunció su descubrimiento tras observar el planeta a través de su propio telescopio casero. Al principio, pensó que podría tratarse de un cometa pero, después de realizar cuidadosos cálculos y de trazar su recorrido por el cielo cada noche, decidió que debía ser un planeta. Herschel lo llamó Urano, en honor a la antigua deidad griega del cielo.
Hoy sabemos que es el tercer planeta más grande de nuestro sistema solar y uno de los cinco planetas clásicos que pueden verse sin la ayuda de un telescopio. Los astrónomos de la antigüedad nunca lo consideraron un planeta debido a su escasa luminosidad y a su órbita lenta. Urano se parece mucho a Neptuno, y ambos planetas son bastante distintos a los gigantes gaseosos más grandes, Júpiter y Saturno. Los astrónomos a veces colocan a Urano y a Neptuno en una categoría separada, y los llaman los “gigantes de hielo”. La atmósfera de Urano, al igual que la de Júpiter y de Saturno, está formada por hidrógeno y helio, pero tiene más agua. La velocidad de sus vientos puede llegar a 900 kilómetros por hora, y tiene la atmósfera más fría de todos los vecinos de la Tierra, con una temperatura mínima de -224° C. ¡Brrrrr! Al igual que los planetas mayores, Urano tiene un sistema de anillos y varias lunas. Gira alrededor del Sol una vez cada 84 años terrestres, tiene un período de rotación de unas 17 horas y está a más de 3.000 millones de kilómetros del Sol.
Dios debe haber tenido planes para todos estos asombrosos planetas en nuestro sistema solar, algunos de los cuales son cientos de veces más grandes que nuestra Tierra. Es asombroso considerar que nuestro sistema solar, con todos sus nueve (u ocho) planetas que nos parecen tan enormes, es solo una pequeña mancha en el espectacular laberinto de sus obras creadas.
Si a él le importó lo suficiente como para esforzarse en dar a cada planeta elementos distintivos y hermosos, ¿cuánto más le importas tú, con todas tus características asombrosas?