Buscando la aprobación de los demás
“Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón” (1 Samuel 16:7).
Vivíamos en la selva en Perú en una casa de dos pisos, mi hijita estaba en el Nivel Inicial, en un curso pequeño con solo diez compañeritos. Tenía una tierna profesora que, me imagino, percibió que algunos de sus alumnos estaban sufriendo algún tipo de maltrato. Por lo tanto, en una clase hizo un círculo y comenzó a preguntarle a cada alumnito si sus padres los golpeaban en casa, o cómo los castigaban cuando se portaban mal. Cada pequeño comenzó a contar sus historias, algunas más tristes y trágicas que otras.
Mientras mi hija escuchaba notó que todas las historias eran impactantes. Ya casi era su turno, y no tenía nada para contar, así que se le ocurrió una historia. Cuando su profesora le preguntó si la castigaban, ella dijo: –Sí, cuando me porto mal, mi mamá me tira del segundo piso.
¡Todos la miraron boquiabiertos! Al día siguiente la profesora me citó para contarme lo sucedido. Nos reímos muchísimo y le preguntamos a mi hija por qué había dicho eso. Ella respondió: –Yo quería que mi historia fuera la más triste de todas.
Aunque hasta el día de hoy nos reímos de aquel episodio, es interesante reflexionar que muchas veces los niños, los jóvenes y los adultos quieren aparentar cosas que en la realidad no son verdad, con el objetivo de que se les vea bien o los admiren más. Y tú, ¿has exagerado en alguna oportunidad para impresionar a tus amigos o familia? ¿Sabes? Lo interesante de esto es que tus amigos pueden creer lo que dices, admirarte y felicitarte; pero Jesús conoce la verdad, tal cuál es, y él no necesita que aparentes lo que no eres, tienes o haces. Él te conoce y te ama como eres.
Por lo tanto, siempre di la verdad, cuenta tus historias sin poner ni sacar detalles. Esto es tener un limpio corazón, algo muy importante para Dios. No necesitas exagerar para ganar la aprobación de los demás. Sé honesto, sincero y transparente. Verás que de esa manera sí tendrás la aprobación y el cariño de todos, especialmente de Jesús.
Nina