Domingo 26 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | La reivindicación de José

Domingo 26 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | La reivindicación de José

La reivindicación de José

“Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del faraón, el rey de Egipto; y salió José de delante del faraón y recorrió toda la tierra de Egipto” (Génesis 41:46).

El cuadro que describe la Biblia de José en la parte final del capítulo 41 simboliza el futuro de todas las personas que deciden ser fieles a Dios. Ese futuro se hará realidad en la segunda venida de Jesús.

José tuvo su primer hijo y lo llamó Manasés, que significa: “Dios me hizo olvidar todos mis sufrimientos, y a toda la casa de mi padre” (vers. 50). Seguro que José aún recordaba a su familia. Lo que olvidó fue el mal que le causaron sus hermanos. Decidió en su corazón perdonarlos, sin saber si los volvería a ver. Es decir, no se amargaría por lo que había ocurrido trece años atrás. Su decisión fue sabia. En este aspecto la Biblia nos pone “la vara muy alta”, pero alcanzable con la ayuda de Dios. La conducta y la actitud que debe caracterizarnos como cristianos es: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia” (Efe. 4:31).

En la reivindicación de José, el Faraón le dio un anillo que representaba autoridad. Trece años antes sus hermanos le quitaron la túnica con violencia; ahora, el Faraón le colocó un manto y un collar de oro. Además, le dio un carruaje, un nuevo nombre, una esposa y el reconocimiento de todos los ciudadanos. La influencia de José iba a viajar más allá de las fronteras de Egipto.

Cuando aceptamos a Jesús, Dios nos da un nuevo corazón y su manto de justicia. Ponernos una nueva vestidura se refiere a tener una conducta cortés y bondadosa. El apóstol Pablo escribió a los colosenses y les dijo: “Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (vers. 14).

Por otra parte, el trato del Faraón a José representa nuestro futuro glorioso con Jesús. Como José, más de uno puede pasar por el desierto, la injusticia, las falsas acusaciones y aun la prisión, pero siempre podemos ser fieles a Dios. Cuando Jesús regrese, Dios nos dará una nueva vestidura, una corona de oro, un nuevo nombre; nos sentaremos en tronos, y Dios mismo nos ofrecerá el fruto del árbol de la vida.

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