La medalla de honor
“Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo. El primer mandamiento que contiene una promesa es este: ‘Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra’ ” (Efesios 6:1-3).
En general, cuando un soldado actúa con valentía y coraje, arriesgando su propia vida, recibe reconocimiento por sus heroicas hazañas. Los superiores suelen dar a los valientes la Medalla de Honor.
En la vida, hay muchos héroes anónimos. ¿Conoces a alguien así? Escribe el nombre de alguien que creas que merece una medalla de honor:
Mostrar amor, respeto y gratitud a las personas que nos ayudan de alguna manera es algo noble. Más que eso, la Biblia enseña que honrar a los padres no es negociable. De manera práctica, respetar al padre y a la madre significa, entre otras cosas, comprender que sus orientaciones son muy valiosas para nuestro bien (Prov. 13:1). Debemos honrarlos con hechos y palabras. Nunca debemos alzar la voz contra ellos ni criticarlos. Es deber de todo hijo cuidar de sus padres en cualquier situación, especialmente cuando son ancianos. Incluso siendo Dios, en su venida a la Tierra, Jesús fue obediente a sus padres humanos (Luc. 2:51).
Sigue el ejemplo de Jesús. Sé obediente a tus padres y, sobre todo, a nuestro Padre celestial (Hech. 5:29). La promesa para aquellos que hacen esto es una larga vida (Éxo. 20:12). En otras palabras, serás feliz en la Tierra y vivirás para siempre en el cielo.
Me gusta muchos la palabra de Dios
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