Los héroes de Chernobyl
«Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguien tuviera el valor de morir por el bueno. Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros». Romanos 5:7, 8, RV95
Cuando explotó el reactor número 4 de la Central Nuclear de Chernobyl, toda Europa quedó bajo amenaza de contaminación. Se necesitaba voluntarios dispuestos a entregar su vida para salvar a muchos más. Los dos primeros en ofrecerse fueron Alexei Ananenko y Valeriy Bezpalov. Alexei Ananenko era un prestigioso tecnólogo de la industria nuclear soviética, que había participado en el desarrollo y la construcción del complejo electronuclear de Chernobyl. Él cooperó con el diseño de las esclusas y sabía dónde estaban ubicadas exactamente las válvulas. Era casado y tenía un hijo. Valeriy Bezpalov era uno de los ingenieros que trabajaban en la central, ocupando un puesto de responsabilidad en el departamento de explotación. Estaba también casado, y era padre de una niña y dos niños de corta edad.
Ambos eran ingenieros nucleares. Los dos comprendían más allá de toda duda que no saldrían vivos de aquella misión tan peligrosa. Mientras se ponían sus trajes, observaron que necesitarían un ayudante para sujetarles la lámpara subacuática desde el borde de la piscina mientras ellos trabajaban en las profundidades. Y miraron a los ojos a los hombres que tenían alrededor. Entonces, uno de ellos, un joven trabajador de la central, sin familia, llamado Boris Baranov, se levantó y dijo:
—Yo iré con ustedes.
Los tres caminaron los 1,200 metros que había hasta el nivel afectado. Y bajo aquel cielo gris y los restos fulgurantes de un reactor nuclear, los dos ingenieros se sumergieron en la piscina de burbujas del nivel –0,5 mientras Boris Baranov les sujetaba la lámpara subacuática. La lámpara estaba dañada, y falló poco después. Desde el exterior, ya nadie podía oírlos ni verlos. Pero, de pronto, las esclusas comenzaron a abrirse, y 1,000,000 de metros cúbicos de agua radioactiva escaparon en dirección al estanque preparado para tal efecto. Lo habían logrado. Alguien murmuró que los tres héroes acababan de salvar a Europa.
Hay versiones contradictorias sobre lo que sucedió después. La versión más extendida dice que jamás regresaron, y siguen sepultados allí. Esta es la historia de los tres héroes de Chernobyl, que escogieron morir para salvar a mucha gente que quizá no lo merecía.
Eso mismo hizo Jesús por la humanidad entera: vino a este mundo contaminado y murió en la cruz para salvarnos del pecado. Pero a diferencia de los tres héroes, @Jesús no quedó sepultado para siempre, hoy él vive y te dice: «Así como yo vivo, tú también vivirás».
Bendiciones