Jueves 03 de Noviembre de 2022 | Matutina para Menores | En toda circunstancia

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En toda circunstancia

“Y ella dijo a su señora: ¡Ah, si mi señor estuviera con el profeta que está en Samaria! Él entonces lo curaría de su lepra” (2 Reyes 5:3).

La lepra es una enfermedad terrible, y en los tiempos bíblicos era aún peor, ya que si una persona comenzaba a sentir irritada su piel y esto se complicaba, debía ir y presentarse ante el sacerdote. Si este diagnosticaba la temida enfermedad, tristemente la persona debía volver a casa, preparar su maleta y despedirse de su familia, dejar su trabajo e irse lejos de la ciudad, porque era una enfermedad altamente contagiosa y que acababa con la vida de las personas.

La Biblia cuenta la historia de Naamán. Él era el “jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho prestigio y gozaba del favor de su rey porque, por medio de él, el Señor le había dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero estaba enfermo de lepra” (2 Rey. 5:1, NVI). En esa época, Siria estaba en guerra constante con Israel; “y en una de sus incursiones se habían llevado a una niña, quien, en la tierra de su cautiverio, servía a la mujer de Naamán. Aunque esclava, y muy lejos de su hogar, esa niña fue uno de los testigos de Dios, y cumplió inconscientemente el propósito para el cual Dios había escogido a Israel como su pueblo. Mientras servía en ese hogar pagano, sintió lástima de su amo; y recordando los admirables milagros de curación realizados por intermedio de Eliseo, dijo a su señora: ‘Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra’. Sabía que el poder del Cielo acompañaba a Eliseo, y creía que Naamán podría ser curado por dicho poder” (PR 184).

Esta niña era israelita, y fue criada creyendo en Dios. Podemos imaginar que su madre le enseñó a ser fiel y leal a él en toda circunstancia. Ella conocía las obras del profeta Eliseo como enviado de Dios para ayudar a su pueblo. Y a pesar de ser llevada como sirvienta lejos de su hogar, siguió siendo fiel a su Dios. Cuando vio sufrir a la esposa de Naamán por la terrible enfermedad de su amado, sintió en su corazón el deseo y el compromiso de hablarles de su Dios y del milagro que el profeta Eliseo podía hacer al sanar su enfermedad.

Fue la preciosa lealtad y el compromiso de esta niña con Dios lo que ayudó a sus amos, cambió la vida de esa familia y quedó registrado en la Biblia. Hoy tú puedes ser leal a Jesús como esta niña. ¡Sé leal a Dios en cualquier circunstancia que te encuentres!

Nina

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