Las cuerdas que nos atan
«Pero el Señor es bueno; cortó las cuerdas con que me ataban los impíos». Salmos 129: 4, NTV
Hace mucho tiempo que leí una frase impactante: «La justicia por la cual somos justificados es imputada; la justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo» (Mensajes para los jóvenes, p. 32). Hoy deseo invitarte a meditar en una de las dos caras de la moneda que presenta este texto. Mañana reflexionaremos en el otro aspecto.
«Nos es imputada», es decir, se nos acredita, se nos cuenta gratuitamente, sin merecerla. Ya hemos hablado de este tema anteriormente, sin embargo es una de las verdades cardinales de las Escrituras. ¡La salvación es gratuita! Pablo escribió que «por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada» (Efesios 2: 8, 9).
Escuché de un caballero al que le costaba comprender que la salvación es gratis. Él había llegado a convertirse en un exitoso hombre de negocios y donaba generosamente a las obras de caridad de su ciudad. Con el tiempo comenzó a pensar que algunos líderes religiosos estaban destruyendo la verdadera religión. Entonces gastó miles de dólares en una campaña para denunciarlos. Trató de mostrarles cómo hacer las cosas correctamente. Pero no importó lo mucho que dio y se sacrificó. No parecía ser suficiente. El sentimiento de culpa persistió y finalmente tuvo que internarse en una institución mental. Mientras estuvo allí quemaba sus manos y pies, e incluso se hacía agujeros en los pies y las manos, imitando la crucifixión.
¿Cuándo comprenderemos que nuestros esfuerzos no bastan, que no son suficientes? Mis contribuciones a obras de caridad pueden ganarme el favor de la comunidad, el psicólogo puede ayudarme a lidiar con mis inseguridades, pero solo la Cruz de Cristo y la gracia que él nos ofrece puede darnos paz y seguridad.
El mensaje de @Dios para ti hoy es el siguiente: «Hoy te regalo mi justicia, ella es tu derecho de entrada al cielo».
Gracias, gracias, gracias mi Señor ♥️🙏 que pueda honrarte en mi andar…! Que este siempre contigo, gracias por su Justicia!