Crecer hasta ser como Jesús
«Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo». Efesios 4: 13, RV95
El crecimiento espiritual es el proceso mediante el cual nos parecemos cada vez más a Jesús. Cuando creemos en él, el Espíritu Santo comienza el proceso de transformación. Eso le pasó al joven del que quiero contarte en el día de hoy. Después de su conversión tuvo que abandonar su hogar y su barrio para ponerse a salvo de la persecución de las personas en cuya compañía vivió en el pasado. El líder de la pandilla a la que pertenecía lo había amenazado de muerte por haberlos abandonado. Un sábado, después de terminar el culto, decidió visitar a su madre en el barrio donde había crecido, pero cometió un error: se le olvidó quitarse la corbata que había tenido que usar al subir a la plataforma en el servicio de aquella mañana.
Ya estaba cerca de casa cuando le salieron al encuentro varios miembros de la pandilla. Lo detuvieron y llamaron al jefe. Cuando este llegó, tomó al joven de la corbata y se burló de la prenda:
—Oh, ahora se cuelga calcetines en el cuello, ya sabía yo que toda esa gente en la iglesia está loca.
Todos rieron. Apretándolo de la corbata casi hasta asfixiarlo, le recordó que tenían una deuda pendiente, que nadie se va del grupo así porque sí.
—¡Vaya! Miren cómo se viste ahora, parece una señorita: camisitas blancas, pantalones oscuros y planchaditos. Quien no lo conoce lo compra.
Como si nosotros no supiéramos quién era y qué hacía.
En ese momento el joven aprovechó para decirle:
—Eso es, ustedes solo conocen quién era yo antes. Pero no conocen quién soy ahora. Aunque sigo siendo el hijo de la señora que lava y plancha ropas en el barrio, ahora tengo algo diferente: soy un joven transformado por la gracia de Cristo, soy una nueva criatura, mi pasado ha sido perdonado y estoy creciendo en el amor de Jesús. Todos ustedes pueden experimentar lo mismo.
Los pandilleros trataron de hacerle daño, pero el líder los detuvo.
—Bueno, no lo podemos negar, eres diferente, hasta hablas diferente. Déjenlo ir a ver cuánto le dura el cambio.
Cuando experimentamos la salvación, se inicia el crecimiento espiritual. El Espíritu Santo mora en nosotros (Juan 14: 16, 17). Somos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17). El crecimiento espiritual es un proceso de toda la vida y hoy @Dios te dice: «Yo me encargaré de que crezcas hasta ser como mi Hijo Cristo Jesús».