El banco de mil millones de dólares
“¡No me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades. Pues si me hago rico, podría negarte y decir: ‘¿Quiénes el Señor?’ Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofenderel santo nombre de Dios” (Proverbios 30:8, 9, NTV).
En este día de 1919, el National City Bank de la ciudad de Nueva York informó de que sus activos ascendían a 1.000 millones de dólares (unos 40.000 millones de hoy). Eso fue hace mucho tiempo, y mucha gente ha ganado esa cantidad de dinero por sí misma desde entonces.
Bill Gates III es uno de ellos. Es más conocido como magnate estadounidense de los negocios, filántropo, autor y presidente de Microsoft, una empresa de software informático. Es una de las personas más ricas del mundo. En 2021, tenía un valor de 127.300 millones de dólares y es uno de los multimillonarios más exitosos de todos los tiempos. Él y sus compañeros de Microsoft y Apple lanzaron casi solos la revolución de las computadoras personales.
Gates vale muchos miles de millones, pero incluso solo 1.000 millones de dólares es mucho. ¿Cuánto es exactamente 1.000.000.000?
Bueno, si contáramos billetes de 10 dólares, uno por segundo, 24 horas al día, siete días a la semana, tardaríamos más de tres años en llegar a los 1.000 millones. Y una pila de 1.000.000.000 de billetes de un dólar mediría más de 320 kilómetros de alto (36 veces la altura del Monte Everest). Si gastaras 100.000 dólares al día, tardarías 27 años en gastar 1.000 millones. Entonces, ¿qué harías si tuvieras todo ese dinero? ¿Cuántas cosas podrías hacer?
Podrías contratar a 1.000 trabajadores de construcción a 20 dólares la hora durante 25 años para construir iglesias en todo el mundo. Eso es lo que tal cantidad de dinero podría hacer. Podrías comprar los alimentos necesarios para alimentar a 100.000 personas sin hogar, los 365 días del año, durante 30 años. Eso es lo que podrían hacer mil millones de dólares. Podrías pagar la impresión de una Biblia para cada hombre, mujer y niño que viven en Brasil, en Pakistán, en Nigeria, en Rusia, en Japón, en México, en Egipto y en Argentina. Eso es lo que mil millones de dólares podrían hacer.
Pero, tener demasiado dinero también puede ser malo, y no tiene sentido poseer mucho si lo que uno hace es solo acumularlo por el simple placer de tenerlo. El exceso de dinero puede hacernos olvidar nuestra necesidad de Dios. ¿Por qué no dejas hoy todos tus problemas de dinero en manos de Jesús?
