Armagedón – parte 1
“Y reunieron a los reyes en el lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Apoc. 16:16).
Hay ciertas cosas que la gente sabe sobre el Armagedón; por ejemplo:
- Aparece en la Biblia.
- Suena misterioso y mortal.
- En 1998 hubo una película de acción con ese nombre, que trataba de la caída de un asteroide del “tamaño de Texas”. Ha inspirado gran cantidad de videojuegos.
Lo que pocos saben, es lo que significa realmente.
Para comenzar, la palabra original es Har Megiddo. Har significa montaña, así que la palabra en realidad significa “montaña de Meguido”. En Meguido tuvieron lugar varias batallas antiguas. Allí Barac, junto a la profetisa y jueza Débora, derrotaron a Sísara; Jehú derrotó a Ocozías; y Josías, el último rey recto de Judá, fue asesinado por el faraón Necao. Pero hay un problema: Meguido es una llanura, no una montaña. ¿Cómo es eso?
El comentarista Jacques Doukhan sugiere que la siguiente profecía, hermosa pero dolorosa, puede ayudarnos a interpretar y comprender su significado: “Llenaré de espíritu de bondad y oración a los descendientes de David y a los habitantes de Jerusalén. Entonces mirarán al que traspasaron, y harán duelo y llorarán por él como por la muerte del hijo único o del hijo mayor. Se hará en Jerusalén un duelo tan grande como el duelo que se hace por el dios Hadad-rimón en la llanura de Meguido” (Zac. 12:10, 11).
¿Qué se está describiendo aquí? Se trata de un cuadro impresionante de duelo y pérdida. Es una imagen de lo que hubiera sucedido si la nación de Israel del siglo I hubiera aceptado a Jesús como el Mesías, de cuán profundo habría sido su dolor y su sentido de pérdida al contemplar su sacrificio (Juan 19:37 señala que el sacrificio de Jesús en la cruz cumple parcialmente esa profecía). Mateo 24:30 afirma que en la Segunda Venida, “todos los pueblos del mundo llorarán”. Zacarías también alude al duelo nacional por la muerte del rey Josías en el valle de Meguido.
De seguro te estarás preguntando: ¿Y quién es Hadad-rimón? Hadad era un dios cananeo que, según la creencia popular, lloró desconsoladamente por la muerte de su único hijo, al igual que lloraron los egipcios cuando el ángel de la muerte hirió a todos sus primogénitos. Por lo tanto, el Armagedón que se menciona en el libro de Apocalipsis justo antes de finalizar las siete últimas plagas, nos recuerda la última plaga del libro de Éxodo: un momento de celebración para los seguidores de Dios, pero un tiempo de luto para todos los que lo rechazaron.
Continuará…