Un cheque para ti
«Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús». Filipenses 4: 19
Fui un fin de semana a una de las zonas de su Asociación para un evento. Quedé gratamente inspirado por la experiencia de la que fui testigo en aquel distrito. Una hermana se acercó al pastor y, en mi presencia, comenzó a rogarle encarecidamente que le diera la oportunidad de contribuir con la construcción del templo. El pastor se rehusaba a recibir el dinero que ella le estaba entregando en un paquete porque él le había prometido al esposo de la dama que no le recibiría dinero a nadie más, sino solo a él para construir esa casa de culto. La hermana argumentaba que a ella le parecía injusto que el templo fuese construido por una sola persona. Además, decía ella, era una forma de privar a los demás de las bendiciones de Dios para las personas que daban recursos para adelantar la obra.
El versículo para meditar de hoy es uno de los más conocidos por la cristiandad y también uno de los más usados fuera de su contexto. El cuadro general presenta al apóstol agradeciendo por la dadivosidad de los santos, elogiando la manera fiel en la que ellos administraron los recursos. Habían sido tan fieles en dar, aun poniendo en peligro su propia subsistencia, que Pablo se atreve a decirles que lo que les haga falta será suplido por Dios. Dios hace provisión en sentido general para las necesidades de sus hijos, pero en este caso es una promesa de aplicación concreta. Es para las personas que son fieles en sus ofrendas. Para esas personas Dios proveerá lo necesario. Por otro lado, el texto dice la manera en que Dios suplirá las necesidades de sus hijos. Dice que lo hará conforme a sus riquezas. En otras palabras, la provisión será tan grande como las riquezas que Dios posee. Las riquezas divinas son incontables.
El comentarista bíblico Henry Williams dice que este versículo es un cheque escrito en el banco de la fe: «Mi Dios: el nombre del banquero. Proveerá: la promesa de pago. A todas vuestras necesidades: es el valor del cheque. Conforme a sus riquezas: el capital del banco. En gloria: la dirección del banco. En Cristo Jesús: quien firma el cheque». Hoy @Dios te anima a apropiarte de esta promesa.