Lunes 10 de Abril de 2023 | Matutina para Mujeres | Juramento apresurado

Juramento apresurado

Cuando la gente entró en el bosque, la miel corría como agua; pero nadie la probó siquiera, por miedo al juramento. 1 Samuel 14:26, DHH.

Jonatán, el hijo del rey Saúl, movido por un impulso divino, junto con su paje de armas pasó a la guarnición de los filisteos para atacarlos. El atrevimiento de estos dos jóvenes se convirtió en una victoria dirigida por Dios. Jonatán y su escudero, “también un hombre de fe y oración”, mataron a veinte hombres del bando enemigo (ver 1 Samuel 14:14), y un terror enviado del cielo se apoderó de los soldados enemigos, de modo que empezaron a matarse unos a otros. Jonatán y su escudero mataron a veinte, y el miedo mató al resto. Dios premió a este joven lleno de fe que confiaba en que Dios no necesitaba un gran número de personas para librar a su pueblo (ver 1 Samuel 14:6).

El coraje de Jonatán y la obediencia de su escudero son ejemplos del esfuerzo humano unido al poder divino. Si te encuentras rodeada de enemigos, o enfrentas circunstancias abrumadoras, recuerda que Dios jamás puede ser intimidado por el número de enemigos ni por lo complejo del problema. Con Dios, habrá siempre suficientes recursos para resistir la presión y ganar cualquier batalla. Si Dios te llama a la acción, somete los recursos que posees a Dios y confía en que él te dará la victoria.

Por su parte, Saúl realizaba decisiones y juramentos apresurados. Envió a buscar el arca de Dios para consultar qué medidas tomar, luego apresuradamente pidió al sacerdote detener la consulta (1 Sam. 14:19). Pidió al pueblo que se sometiera a un ayuno forzoso. Perdió la humildad que lo caracterizó en sus primeros años. Una envidia secreta hacia su propio hijo lo llevó a abusar de su autoridad, traicionar su sagrado cometido, y llenarse de egoísmo y perversidad.

El falso celo religioso y un miserable liderazgo casi llevaron a Saúl a matar a su propio hijo, solo porque desconoció el ayuno ordenado por su padre y probó un poco de miel. Si el pueblo no hubiese intercedido, habría cometido un asesinato. No ignores la importancia de la espiritualidad en el liderazgo. La impulsividad de Saúl fue el resultado de su independencia de Dios. “A menudo los que procuran ensalzarse son ubicados en situaciones que revelan su verdadero carácter” (PP, p. 678).

No hagas juramentos ni tomes decisiones apresuradas; pide sabiduría a Dios en tu toma de decisiones.

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