La iglesia de los niños
“Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos niños” (Marcos 10:14, NTV).
¿Alguna vez has participado en un programa de la iglesia de niños, o tal vez has ayudado en un programa de un campamento de niños? Pues escucha esto.
El 14 de noviembre de 1937, fue dedicada una iglesia única en su tipo para los niños en Milton, Massachusetts. Era, de hecho, una iglesia en miniatura, construida a escala. Su costo fue de 5.000 dólares y estaba pensada para ser manejada por niños. Medía 5,5 por 10 metros, tenía un campanario, un órgano, una campana y bancos de 80 centímetros de altura. Incluso tenía su propia pastora, la señora Dorothy Pomeroy.
Los programas de las iglesias para niños están aumentando en los Estados Unidos y son cada vez más populares. Cada vez son más las iglesias que ofrecen un culto para niños como parte de su ministerio y de su programa de culto regular. Algunas lo ofrecen varias veces al año, otras mensualmente y otras, varias veces a la semana.
Una mega iglesia de San Luis, Misuri, ofrece seis servicios de adoración para niños cada domingo. Los niños desde el primer grados hasta el sexto son bienvenidos, pero no se permite la entrada a los padres. Los monitores se reúnen con los niños en la puerta para darles una etiqueta con su nombre y los acomodadores los sientan en el suelo. No hay sillas ni bancos, ya que las sillas parecen crear problemas territoriales entre los niños. Con más de 200 niños en un servicio promedio, la distribución de los asientos puede causar problemas. Además, los niños tienden a sentarse con los mismos amigos cada semana, y eso fomenta roces indeseables. A los niños no se les permite salir de la iglesia durante el programa, y los recreos se controlan cuidadosamente. Y todos deben estar dispuestos a participar, dirigiendo el servicio de alabanza, leyendo versículos de la Biblia y orando. Dan testimonios personales, y se unen en el drama con pantomima y marionetas como parte del programa de adoración. Es un culto auténtico con un predicador genuino y un estudio bíblico bien preparado. El programa de la iglesia de los niños requiere cinco empleados adultos a tiempo completo y quince voluntarios, y conlleva una semana completa de planificación para realizar un programa de este tamaño.
Si quieres formar parte de este programa, ¿por qué no preguntas en tu iglesia local o en la asociación cómo puedes ayudar? Nunca se sabe cuán grandes cosas puede hacer Dios por medio de ti a favor de los niños.