Cosas que ahora sé
“Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia” (Prov. 4:5, NVI).
No hay ningún otro momento como el presente. Aprovecha las oportunidades de viajar, de servir como misionero o de tomar una clase solo porque suena interesante.
La dirección de Dios suele ser más fácil de ver cuando uno mira hacia atrás.
Cuanto más estudio y conozco a Jesús, más fascinante se vuelve.
En la tierra no hay nada más fascinante que otras personas, y nada más importante que conocerlas.
Solicita las becas con suficiente tiempo de antelación, y no te conformes con una sola.
La Biblia se puede leer en menos de cuarenta horas, pero tómate tu tiempo y saborea cada página (está bien, puedes leer las genealogías lo más rápido posible, pero créeme, también son importantes).
Los que aman a Dios saben cómo amar a los demás.
Cásate con alguien que comparta valores similares a los tuyos.
Cásate con alguien que tenga el mismo concepto de Dios que tú.
Orar, y saber que los demás oran por ti, obra maravillas. Ayuda a mantener la vida enfocada y a ser tolerantes.
Toma muchas fotos.
Es divertido ser espontáneo. Es ventajoso estar bien fundamentado. Estas dos cosas hacen que la vida y las relaciones interpersonales sean felices.
Si no estás contribuyendo con tus dones espirituales al mundo, no estás disfrutando de la vida tanto como podrías.
A veces, los que llegarán a ser tus mejores amigos, al principio no aparentan ser las personas más agradables.
Por lo general, es una pérdida de tiempo preocuparse por lo que gente que ni siquiera conoces piensa de ti.
Las personas importantes para ti no te critican; y los que te critican, no son importantes.
Dios se emociona cada vez que piensa en ti.
El Espíritu Santo es mucho más poderoso de lo que puedes imaginar.
También el amor.
Abraza a menudo.
