¡Míralo correr!
“¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos losatletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar unpremio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemospor un premio eterno” (1 Corintios 9:24, 25, NTV).
¿Cuál es la criatura más rápida de la Tierra? Los perros y los gatos pueden correr a velocidades de hasta unos 50 kilómetros por hora. La velocidad máxima de un avestruz es de 70 km/h, los caballos pueden galopar a unos 80 km/h, y los antílopes han alcanzado los 95 km/h. ¿Cuál es el mamífero terrestre más rápido? El guepardo: puede correr a 110 km/h. Pero la criatura más rápida de la Tierra es un ave: el halcón peregrino, que puede lanzarse en picada a la velocidad vertiginosa de 350 km/h. Ahora bien, toda esta información es correcta; pero, si tomamos en cuenta el tamaño del animal, técnicamente, el escarabajo tigre es en realidad la criatura más rápida del planeta. Su velocidad máxima de carrera es de 8 a 11 km/h pero, si tuviese el tamaño de un ser humano, sería de unos 480 km/h. ¡Tan rápido como algunos autos de carreras!
¿A qué velocidad puede correr un ser humano? Pues bien, en 1936, Jesse Owens corrió a unos 58 km/h. Ese día ganó la medalla de oro en los 100 metros llanos en los Juegos Olímpicos de Berlín, Alemania. Batió el récord anterior por una décima de segundo: estableció un nuevo récord de 10,2 segundos. Jesse fue un atleta tan sobresaliente que alcanzó fama internacional al ganar otras tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de ese año: los 200 metros llanos, el salto largo y la carrera de relevo de 400 metros. Se convirtió en el primer estadounidense en ganar cuatro medallas de oro olímpicas en atletismo.
Como dicen, los récords están hechos para ser batidos, y el récord de Jesse Owens ha sido batido trece veces; la última en 2009, cuando el jamaicano Usain Bolt estableció el nuevo récord de 100 metros llanos en 9,58 segundos.
¿Te gustan las carreras? ¿Te gusta competir en pruebas de atletismo? Las competiciones de este tipo pueden ser divertidas, pero ¿te imaginas lo que es competir a nivel olímpico? Y lo que es más importante: ¿hay algún reto mayor que competir por la corona de la vida?
Afortunadamente, todos podemos ganar una. Sin embargo, Pablo nos recuerda que debemos perseverar como los atletas, y seguir adelante hasta la línea de meta como si fuéramos los únicos en la carrera. Puede que, a veces, sintamos que estamos solos, pero saquemos fuerzas del hecho de que Jesús, quien corrió la carrera perfecta, también a veces se sintió solo. No te rindas: él cruzará la línea de meta contigo.
Uff excelente ejemplo, yo amo el atletismo, pero desde q lei esta lección, me puse la meta de ganar la carrera de salvacion