Tu ángel guardián
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo 34:7).
¿Sabes que tienes siempre un compañero a tu lado? Sí, es tu ángel guardián. Es hermoso pensar que hay un ser que fue designado por Dios para acompañarte, protegerte, guiarte, y que podrás conocerlo en el cielo cuando te dé la bienvenida.
Fácilmente olvidamos que tenemos un ángel guardián a nuestro lado. Elena de White ha escrito bastante en cuanto a los ángeles, su misión y su disposición constante a ayudarnos y responder nuestras oraciones sinceras con fe. En el libro La oración, página 253, dice: “Si los hombres tuviesen la visión del cielo, verían compañías de ángeles poderosos en fuerza estacionados en torno de los que han guardado la palabra de la paciencia de Cristo. […] Los ángeles ministradores esperan junto al trono para obedecer instantáneamente el mandato de Jesucristo de contestar cada oración ofrecida con fe viva y fervorosa” (MS 2:471). Esto significa que solo necesitas orar más y podrás reconocer cómo ellos intentan ayudarte en cada detalle de tu vida.
Los ángeles son seres celestiales, perfectos, que viven para agradar, alabar y hacer la voluntad de Dios. Cuando ellos nos miran, ven a tantas personas distantes de Jesús, preocupadas únicamente por divertirse, jugar y pasarla bien. “¿Qué pueden pensar los ángeles del cielo de los pobres y desvalidos seres humanos –cuando el corazón de amor infinito de Dios se compadece de ellos, presto para darles más de lo que pueden pedir o pensar–, quienes, estando sujetos a la tentación, sin embargo oren tan poco y tengan tan poca fe? Los ángeles aman postrarse delante de Dios, aman estar cerca de él” (CC 80).
Aunque no te des cuenta, necesitas buscar a Jesús, ser reverente y tomar conciencia de que no estás solo. Hay un ser celestial a tu lado intentando ayudarte en todo momento, cuando duermes, viajas, comes, estudias, juegas, cuando estás con tus amigos o con el celular. Sin embargo, aún más importante es preguntarse si él estará feliz a tu lado mientras haces tus cosas.
¿Se aburre? ¿Se alegra o entristece? ¿Se aleja sufriendo al ver que no buscas agradar a Dios con tus acciones? Te animo hoy a hacer y decir solo cosas que demuestren tu reverencia hacia tu Padre celestial y que hagan sentir feliz a tu ángel guardián.
Nina