Lunes 25 de Julio de 2022 | Matutina para Jóvenes | No desistas

No desistas

«Al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su camilla y anduvo». Juan 5: 9, RV95

La experiencia aquí descrita ocurrió en Jerusalén, en un estanque que se cree que está ubicado al noroeste de la iglesia de Santa Ana, al norte de la Vía Dolorosa. El sitio era llamado de diferentes maneras en distintos manuscritos, pero dos de estos nombres son significativos. «Betesda», que significa «casa de misericordia» y «Bethesda», que significa «casa del derramamiento». Lo cierto es que este estanque era un sitio de esperanza para muchos y de victoria para pocos, pero también un lugar de frustración y peligros para la mayoría de quienes se acercaban allí. Muchos de los enfermos morían aplastados en el lugar, debido a las turbas ansiosas y necesitadas que se precipitaban hacia las aguas cuando supuestamente el ángel las movía.

Este estanque es una clara representación de lo que suele ser la vida para muchos de nosotros hoy. Andamos por la vida a la espera de un golpe de suerte, de una oportunidad para alcanzar nuestros sueños, para suplir nuestras necesidades. La vida está llena de sueños incumplidos, de anhelos rotos, de necesidades no suplidas. La manera en que está concebido el mundo hoy en día beneficia a los más fuertes, los más ambiciosos, los mas astutos. Los débiles no tenemos muchas oportunidades en esta Tierra. Pero para nosotros se abre una maravillosa oportunidad como surgió para aquel hombre allí en el estanque. Esa oportunidad en aquel entonces fue Jesús y lo sigue siendo hoy.

Jesús buscó el peor de todos los casos, a quien no tenía posibilidad alguna de ser sanado. Buscó a uno que estaba solo, sin amigos ni familiares, tullido, sin ninguna posibilidad. Afectado por una larga vida de frustraciones; 38 largos años de ansiedades y desengaños. Jesús llegó y le dijo: «¿Quieres ser sano?». Esa misma pregunta la sigue haciendo hoy. ¿Quieres que Jesús te ayude con tu noviazgo, con tu adicción a las drogas, con los planes inconclusos, con los sueños lejanos, con los planes irrealizados, con tus estudios, con tu vida, con tu carácter, con tus debilidades, con las enfermedades de tu alma?

Muchos hoy nos sentimos como aquel hombre: «Señor, no tengo quién me meta en el estanque». Pero Jesús es especialista en desamparados, es el Dios de lo imposible, de lo irrealizable, y en un instante sanó al paralítico y cambió su vida para siempre. Hoy, el mismo @Jesús te dice: «No desistas de lo que sabes que hace falta en tu vida, de lo que es necesario para tu felicidad. Solo tienes que querer».

Comparte este devocional
Deja tu comentario