La pura verdad
“¡Den gracias al Dios del cielo, porque su amor es eterno!” (Salmo 136:26).
Facebook, Instagram, Snapchat, WhatsApp y una multitud de otras redes sociales han invadido nuestro mundo, haciéndolo más interactivo, dinámico… y desafiante. Las redes sociales conforman un universo que todo el mundo puede explorar de forma positiva, pero hay que tener cuidado. Para niños, jóvenes y adolescentes, lo más importante es la exposición de la intimidad.
Sin pensar en las consecuencias futuras para la propia vida y para la ajena, muchas personas envían imágenes íntimas de sus cuerpos y exponen lo que nunca debería estar disponible para otros. Además de cometer el pecado de la lascivia y de ser una fuente de tentación para los demás, quien lo hace pierde por completo el control de la imagen que envió.
El valor de una persona no puede medirse por cosas frívolas como la sensualidad y la exposición ilimitada que practican muchos en Internet. La Biblia enseña que somos hijos de Dios, y eso es suficiente para aclarar lo importantes que somos. Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, podemos ser sus amigos íntimos. Él nos conoce como nadie, y su amistad nos hace mejores; nunca nos rebaja.
No caigas en la trampa de publicar imágenes íntimas. Lo íntimo solo puede ser visto por ti y está reservado para la persona con la que te casarás en el futuro. Recuerda: ¡eres muy valioso! Dios te ama, quiere ser tu Amigo, y eso es lo más importante en la vida. Esa es la pura verdad. Comparte eso con todo el mundo.