“Siempre vivirán alegres”
“Por ese camino volverán los libertados, los que el Señor ha redimido; entrarán en Sion con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres” (Isaías 35:9, 10, DHH).
La entrada del pecado alteró el plan de Dios y dio paso al sufrimiento y a la desdicha. Desde entonces nos hemos abocado a una alocada y desesperada búsqueda a fin de conseguir el gozo que tuvimos al principio de la historia de nuestro mundo. En ocasiones la gente busca esa felicidad perdida en la acumulación de bienes, en el consumo de sustancias prohibidas, en el sexo desenfrenado…
Sin embargo, la influencer japonesa Marie Kondo ha hecho que la búsqueda de la felicidad por medio del minimalismo se haya convertido en tendencia mundial. Los seguidores de Kondo aseguran que su crisis de infelicidad concluyó cuando se dieron cuenta de que comprar, tener y acumular, no había contribuido a su felicidad. Nos dice Kyle Chayka que “el mandamiento principal del kondonismo radica en abandonar todo lo que no ‘nos dé alegría’, una frase que pronto se hizo familiar en todo el mundo”.²⁶ El problema es que al final, como todo lo que es humano, el minimalismo también acaba llevándonos por el sendero del egoísmo. Todo lo que consideremos que no nos sirve y que no encaja con nuestras más grandes aspiraciones, ya sea una persona o una cosa, lo tiramos al cesto de la basura y punto.
Con independencia de que nos apeguemos al consumismo o al minimalismo, sería bueno recordar “que la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes” (Luc. 12:15, NVI) y que si repartimos “todos [nuestros] bienes para dar de comer a los pobres […] y no [tenemos] amor, de nada [nos] sirve” (1 Cor. 13:3). La felicidad, entonces, no halla su esencia en tener o no tener bienes materiales. La verdadera felicidad consiste en aceptar la redención que Cristo nos ofrece. El profeta lo expresó en estas palabras: “Por ese camino volverán los libertados, los que el Señor ha redimido; entrarán en Sion con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor” (Isa. 35:9, 10, DHH).
Los redimidos “siempre vivirán alegres”. ¿Siempre? Sí, siempre, porque la de ellos es una alegría que persiste en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en los buenos y en los malos momentos. Es una alegría que no depende de las circunstancias sino de la redención.
26 Kyle Chayka, “The empty promises of Marie Kondo and the craze for minimalism”, The Guardian (3 de enero de 2020).
Amén, amén, bendiciones
feliz dia mis hermanos en cristo …. gracias por el tiempo que invierten para que puedamos tener este gran estudio ….
solo un comentario personal …
el piano de fondo se escucha muy alto …. … el sonido del año pasado … era muy adecuado para el estudio de cada mañana , y mi corazon se que brava y la voz del que lee es muy buena … mi comentario personal … dios les siga bendiciendo….
Toda sugerencia es recibida con agrado, gracias por su comentario!