Martes 14 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | Labán

Martes 14 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | Labán

Labán

“Labán, al oír hablar de Jacob, el hijo de su hermana, salió corriendo a recibirlo, lo abrazó, lo saludó con un beso y lo llevó a su casa. Luego Jacob le contó todo lo que había pasado” (Génesis 29:13).

Labán era hijo de Betuel y hermano de Rebeca. La Biblia se refiere a él y su familia como arameos que vivían en Padán-aram, el lugar adonde fue Eliezer en busca de una esposa para Isaac (Gén. 24:50). Era una familia hospitalaria y amable. ¿Recuerdas cómo trató Rebeca a Eliezer y cómo les dio de beber a los camellos?

Labán también había sido amable con Eliezer. Le había dicho: “Venga usted, bendito del Señor. ¡Cómo va usted a quedarse aquí afuera, si ya he preparado la casa y un lugar para los camellos!” (Gén. 24:31).

Del hermano de Rebeca podemos aprender e imitar estas dos cualidades. Labán había sido hospitalario en su juventud, cuando Eliezer los visitó, y unos 90 años después seguía teniendo esa cualidad aún, y fue generoso con Jacob.

Lo que no debemos imitar de Labán son sus engaños y la avaricia que demostró después en su relación con Jacob. Primero, aunque Jacob fue claro en que quería casarse con Raquel y trabajar siete años para eso, Labán lo engañó y le dio como esposa a su hija mayor: Lea. Labán sabía que Jacob tendría que trabajar otros siete años para recibir a Raquel como su esposa.

En total Jacob trabajó Jacob para Labán por 20 años: 14 por sus esposas y 6 años por su ganado. Durante ese tiempo, Labán le cambió el salario 10 veces. Intentó aprovecharse de las habilidades de Jacob en su trabajo con el ganado, y sospechaba cuando a Jacob le iba bien. Por eso, Jacob decidió irse de ese lugar.

Entre tantas vueltas y engaños, Jacob entendió que su éxito estaba en recibir la bendición de Dios como parte del pacto que habían hecho. Veinte años antes, Jacob llegó con las manos vacías; ahora salía con mucha riqueza.

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