Con la actitud correcta
«Señor, Dios de Israel, tú has sido justo con nosotros; tú has permitido que un grupo de nosotros haya podido sobrevivir, como hoy se puede ver. Y nosotros somos realmente culpables ante ti; por eso no podemos estar en tu presencia». Esdras 9: 15
«Nosotros somos realmente culpables ante ti; por eso no podemos estar en tu presencia», dice el texto de este día y, en pocas palabras, describe la actitud que todos hemos de manifestar al acercarnos a Dios. El alcohólico que hace que su vida naufrague en un mar del licor, afectando su organismo y derrochando su dinero. El drogadicto que va malgastando su juventud, sus fuerzas, su lucidez y su virilidad con los alucinógenos. El esposo y la esposa infieles que tiran por la borda la seguridad y la estabilidad de su hogar y el bienestar de sus hijos. El hombre o la mujer para quienes la vida no vale nada y van por ella masacrando a seres humanos indefensos, colocando bombas en los centros comerciales, en los lugares públicos, sin pensar siquiera en todo el daño que van a ocasionar. Aquellos que acumulan nicotina en sus organismos destruyendo sus pulmones y cerebros. Aquellos que, tratando supuestamente de acabar con la desigualdad en sus países, y destruyen todo lo que se atraviesa a su paso. Todos somos culpables ante Dios.
¿Y qué hay de ti y de mí? Nosotros, con nuestra carga de pecado que nos hace sentir miserables, podemos acercarnos a Dios, en lugar de hacer lo que hizo la anciana que una mañana abrió la ventana de su departamento en el quinto piso de un conjunto residencial, saludó al vigilante de la portería y se lanzó al vacío. Cuando las autoridades vinieron para hacer el levantamiento del cadáver, encontraron una carta que decía: «No le importo a nadie, estoy sola, terriblemente sola con mi maldad e indignidad y eso me abruma, no puedo seguir viviendo de esa manera, no tiene sentido vivir de esa manera».
Muchas personas se sienten así, atrapadas en un diario vivir sin sentido, hueco y vacío. Dispuestos a morirse porque creen que vivir en la soledad es peor que morir. Pero en la Biblia hallamos un mensaje de esperanza, podemos vivir una vida plena cuando nos acercamos a Dios reconociendo que somos pecadores y que necesitamos su ayuda. Hoy @Dios te invita a ir a él, así como estás, él puede darle sentido a tu vida.
