Martes 17 de Enero de 2023 | Matutina para Adultos | “Los ha llamado a recibir bendición”

Martes 17 de Enero de 2023 | Matutina para Adultos | “Los ha llamado a recibir bendición”

“Los ha llamado a recibir bendición”

«Dios los ha llamado a recibir bendición» (1 Pedro 3:9. DHH).

Leamos algunos textos bíblicos: “La experiencia me ha enseñado que los que siembran maldad cosechan desventura” (Job 4:8, NVI); “Si tus hijos pecaron contra Dios, él les dio lo que su pecado merecía» (Job 8:4, NVI); “¡Quién diera que Dios hablara, que abriera para ti sus labios y te declarara los secretos de la sabiduría, que son de doble valor que las riquezas! Sabrías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece” (Job 11:5, 6). Estas son algunas de las declaraciones esgrimidas por Elifaz, Bildad y Zofar, los tres amigos de Job.

Durante casi treinta capítulos, estos personajes defendieron con vehemencia su postura: Dios estaba castigando a Job por sus pecados. Razonaban que si Job hubiera sido inocente, nada malo le habría ocurrido. Sin embargo, al final del libro aparece Dios y le dice a Elifaz: “Estoy muy enojado contigo y con tus dos amigos, porque no dijeron la verdad acerca de mí, como lo hizo mi siervo Job» (Job 42:7, DHH). Los abanderados de la ortodoxia religiosa estaban equivocados, y Job era el único que estaba en lo correcto.

En el versículo siguiente, el Señor agrega: “Mi siervo Job orará por ustedes, y yo aceptaré su oración y no les haré ningún daño, aunque se lo merecen por no haber dicho la verdad acerca de mí” (Job 42:8, DHH). De hecho, si leemos Job 42:8 veremos que tres veces Dios identifica a Job como “mi siervo”. ¡Job era diferente! Y como siervo de Dios era su responsabilidad orar por quienes lo habían tratado con crueldad. Esa oración produciría un cambio de estatus en Job, puesto que tras haber orado por sus detractores, fue liberado de su aflicción y Dios le multiplicó todo lo que había tenido. La oración por sus adversarios no solo les trajo bendición a ellos, sino que también acabó siendo una gran bendición para Job.

La experiencia del patriarca nos enseña que, cuando nos sintamos tentados a tratar mal a quienes nos han herido, hemos de detenernos y recordar este pasaje: No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición” (1 Ped. 3:9, DHH). Y recibiremos bendición cuando, como hizo Job, dediquemos tiempo para bendecir incluso a quienes nos han juzgado mal o nos han tratado con crueldad.

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