Se inventa la televisión
“Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción delSeñor, que es el Espíritu” (2 Corintios 3:18, NVI).
Si preguntáramos a los científicos cuál es la forma de comunicación actual que más ha cambiado nuestra sociedad, dirían que la televisión. Como forma de comunicación, las computadoras son enormes, al igual que Internet y, sobre todo, los teléfonos móviles. Pero, Internet no sería posible sin la computadora. Y la pantalla de la computadora surgió gracias a la invención del televisor. Incluso los teléfonos móviles utilizan una tecnología similar. Sin embargo, esa no es la cuestión. La televisión ha cambiado la forma en que percibimos la sociedad y a nosotros mismos. Ha cambiado el entretenimiento. Se ha convertido en nuestro pasatiempo favorito.
En los primeros tiempos de la historia de los Estados Unidos, el entretenimiento se disfrutaba a menudo con los amigos pero, normalmente, implicaba algún tipo de trabajo. La gente se reunía para hacer acolchados, para construir graneros y para descascarillar. Antes de la invención de la televisión, se jugaba a juegos familiares, como el “veo, veo” o el “dígalo con mímica”, dentro de la casa. Si querías entretenerte al aire libre, ibas de caza o a deslizarte en trineo, o jugabas a la escondida. Los domingos por la tarde se podía optar por un paseo. Y si querías entretenimiento en lugares públicos, veías a los magos en espectáculos de teatro o escuchabas a famosos oradores que habían viajado por el mundo. La gente iba al circo, y compraba o vendía en los días que había feria.
Actualmente, todavía hacemos algunas de esas cosas, pero ya no es como antes. Hoy en día, si estás paseando por una feria, es muy posible que pienses: Tengo que llegar a casa para ver mi programa favorito. O tal vez: Uy, en un rato empieza el partido. Y por eso podemos decir con seguridad que la televisión se ha convertido en el pasatiempo número uno en muchos lugares.
Gran cantidad de personas ha contribuido al éxito de la televisión a lo largo de los años, pero fue un ingeniero eléctrico ruso-estadounidense llamado Vladimir Zworykin quien realmente puso en marcha el aparato. Sus patentes de dos tubos de rayos catódicos fueron revolucionarias: uno para enviar mensajes y otro para recibirlos. El concepto básico se ha utilizado en la mayoría de los televisores y computadoras desde entonces, al menos hasta la llegada de las pantallas planas.
Cuando miramos la televisión, llegamos a parecernos a las celebridades y a los artistas que vemos en ella. Si pasamos más tiempo con Jesús, nos pareceremos más a él. Contemplaremos su rostro y seremos cambiados por la gloria de lo que él quiere lograr en nosotros.
