Día a día
“Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?” (Mat. 6:30, NVI).
Carolina Sandell Berg, nacida en 1832 en Suecia, aprendió a confiar en la fortaleza divina para sobreponerse a sus problemas y pruebas.
Cuando tenía 26 años, salió con su padre, un pastor luterano, en un viaje en barco para cruzar un lago. Repentinamente, el barco fue sacudido fuertemente y el hombre cayó y se ahogó. Nadie pudo hacer nada para salvarlo. Carolina era muy unida con su padre. Acostumbraba acompañarlo en muchas de sus actividades, y esta experiencia fue muy dura para ella.
¿Qué sucede cuando te enfrentas a una situación difícil? Recuerdo varios amigos que, al perder a sus padres, abandonaron la fe, y recuerdo a otros que, en las mismas circunstancias, se unieron mucho más a Dios.
Carolina había escrito himnos antes, pero a partir de ese momento su obra se hizo mucho más prolífica. Sus himnos influyeron con poder en los reavivamientos suscitados en Escandinavia después de 1850.
¿Te has preguntado por qué hay tantos himnos que nos hablan de un Dios que nos acompaña todos los días en medio de las dificultades? Como seres humanos, experimentaremos momentos de dolor varias veces, con diferente intensidad. La música nos puede ayudar a pasar estos momentos y ¡qué mejor que tener un amplio repertorio al que recurrir!
Te animo a que hagas una lista de himnos o canciones que te ayudan en momentos difíciles. Puedes armar una playlist o copiar algunas frases que te gusten de sus letras y compartirlas en alguna de tus redes sociales.
Recuerda, como dice el himno, esta actividad debe ser diaria y hoy puede ser un buen día para empezar.
Puedes tomarte fotos muy hermosas, pero te aseguro que compartir mensajes de esperanza tendrá un impacto mucho más profundo y duradero, y el mundo los necesita. Usa tus redes para compartir eso también.