Martes 28 de Marzo de 2023 | Matutina para Mujeres | La desobediencia de Gedeón

Martes 28 de Marzo de 2023 | Matutina para Mujeres | La desobediencia de Gedeón

La desobediencia de Gedeón

A Jéter, su primogénito, le dijo: “¡Levántate, y mátalos!” Pero el joven, aún de corta edad, tuvo miedo y no desenvainó su espada. Jueces 8:20, RVC.

Después que Gedeón hubo ganado la batalla, los reyes de Madián quedaron a sus expensas. Por el crimen cometido, Gedeón pidió a su hijo que los asesinara, pero este no se atrevió “porque tenía temor, pues aún era muchacho” (Jue. 8:20). Era una humillación morir a manos de un joven o de una mujer. La muerte causada por un guerrero de experiencia representaría un solo golpe certero, mientras que la muerte provocada por un joven inexperto, podría resultar en mutilación dolorosa y muerte lenta. Finalmente, Gedeón mismo los mató, y con la muerte de los reyes madianitas terminaron los siete años de despojo a los israelitas. En agradecimiento, querían proclamar rey a Gedeón, pero él rehusó con humildad.

La fidelidad de Gedeón era encomiable. Pero Satanás no toma vacaciones: “Satanás nunca está ocioso. […] El gran adversario está especialmente activo después de que los ejércitos del Señor han ganado una victoria notable. Se presenta disfrazado como un ángel de luz, y como tal se esfuerza por derribar la obra de Dios. En esta forma sugirió pensamientos y planes a la mente de Gedeón mediante los cuales fue descarriado Israel” (2CBA, p. 998).

Neciamente, Gedeón construyó un nuevo centro de adoración, haciéndose para sí mismo, sin consultar con Dios, un efod y un pectoral, prendas exclusivas de uso sacerdotal. Esta desobediencia llevó al pueblo a prostituirse tras el efod, lo que se convirtió en tropiezo para Gedeón y su familia. Tal rebeldía del líder llevó de nuevo a la ruina espiritual de la nación. A mayor responsabilidad se ejerce mayor influencia. Dios requiere mayor obediencia de quienes tienen mayor jerarquía.

“Son pocos los que se dan cuenta de cuánto abarca la influencia de sus palabras y hechos. ¡Cuán a menudo los errores de los padres producen efectos muy desastrosos sobre sus hijos y sobre los hijos de sus hijos, mucho después de bajar a la tumba los mismos protagonistas! Cada uno ejerce cierta influencia sobre los demás, y se lo tendrá por responsable del resultado de esa influencia. […]Los que ocupan puestos elevados pueden desviar a otros. Aun los más sabios se equivocan; los más fuertes pueden vacilar y tropezar. Es necesario que la luz del cielo se derrame constantemente sobre nuestro sendero. Nuestra única seguridad estriba en confiar implícitamente nuestro camino a Aquel que dijo: ‘Sígueme’ ” (PP, pp. 598, 599).

Revisa tus palabras y actos, que no sean tropiezo en la vida de tu familia ni en la de quienes te rodean.

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