Matutina para Adolescentes | Domingo 06 de Abril de 2025 | Renovados en esperanza

Matutina para Adolescentes | Domingo 06 de Abril de 2025 | Renovados en esperanza

Renovados en esperanza

“Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones” (Jeremías 1:5).

En la Biblia encontramos la historia de Jeremías, un joven al que Dios llamó para ser profeta desde antes de su nacimiento. Jeremías se sintió inseguro y temeroso cuando recibió este llamado divino, pero Dios le aseguró que estaría con él y le daría las palabras que debía hablar.

A lo largo de su ministerio Jeremías enfrentó muchas dificultades y oposiciones. Fue llamado a proclamar mensajes de juicio y advertencia al pueblo de Israel, que se había alejado de Dios y vivía en la injusticia y la idolatría. A pesar de las críticas y las persecuciones, Jeremías se mantuvo fiel a su llamado y continuó proclamando el mensaje de Dios.

Sin embargo, mediante Jeremías Dios también ofreció esperanza y prometió una renovación para su pueblo. En medio de las profecías de juicio, Jeremías habló de un nuevo pacto que Dios haría con su pueblo, y que escribiría sus leyes en sus corazones y les perdonaría sus pecados. Jeremías fue un instrumento de Dios para recordarle al pueblo de Israel que, a pesar de su desobediencia, Dios no los había abandonado y aún había esperanza para ellos.

La historia de Jeremías nos enseña que, aunque seamos jóvenes, Dios tiene un plan para nuestra vida. Él nos creó con un propósito y nos equipó con dones y talentos únicos. A través de nuestro testimonio y obediencia a su llamado podemos ser instrumentos de esperanza y renovación en nuestra generación. Es fácil sentirnos inseguros y temerosos ante los desafíos y las expectativas que enfrentamos, pero al igual que Jeremías, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos fortalecerá. Él nos dará las palabras y la sabiduría necesarias para enfrentar cualquier situación.

Jeremías nos enseña que Dios tiene un plan y un propósito para nuestra vida, ¡incluso desde antes de nuestro nacimiento! Al igual que Jeremías, podemos ser instrumentos de esperanza y renovación en nuestra generación, llevando el mensaje de amor y verdad de Dios a aquellos que nos rodean.

Oración: Señor, ayúdame a descubrir mi identidad y mi propósito en ti.

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