¿Aquí hay lugar?
“Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón” (Lucas 2:6, 7).
No hay otra historia más recordada en esta época del año. El nacimiento de Jesús se narra en los cánticos, en las representaciones y en los belenes esparcidos por la ciudad. Conoces bien la historia: el Niño Jesús nació en un establo y fue colocado en una cuna improvisada, el pesebre.
¿Por qué estaba allí? La ciudad estaba colmada. No había plazas vacantes en hoteles, posadas o en las casas más sencillas. Nada. Todo lo que quedaba era ese humilde lugar, que servía de refugio para los animales. Y fue allí donde nació Jesús, el Rey de reyes, Señor de señores.
Hoy, Jesús quiere nacer en tu corazón. ¿Hay un espacio para él o cada rinconcito ya está ocupado por Internet, tus estudios, videojuegos o tus amigos?
No dejes que nada ni nadie tome su lugar en tu vida. Aparta todo lo que no te hace bien, e invita a Jesús a nacer y a vivir en tu corazón.