Sin desperdicios
«Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada”» (Juan 6: 12).
¿TIENES UNA IDEA DE CUÁNTA COMIDA TIRAS AL AÑO? UN INFORME sobre el desperdicio de alimentos en Brasil señala que cada brasileño desperdicia una media de 41.6 kilos de comida al año. ¡Considerando una población de 200 millones de personas, esto equivale a más de 8 millones de toneladas de alimentos! (Informe de la Fundación de Getulio Vargas). El mismo informe muestra que, en el mundo, el desperdicio de alimentos alcanza los 1,600 millones de toneladas al año, y la tendencia es que de aquí a 2030 esta cifra se incremente aún más.
Jesús realizó el milagro de la multiplicación de los alimentos. Con 5 panes y 2 peces alimentó a 5 mil hombres, además de las mujeres y los niños. Cuando todos hubieron comido, pidió a los discípulos que recogieran las sobras para que no se desperdiciara nada.
A Dios no le gusta que desperdiciemos nada. Y eso no se limita a la comida física: Dios tampoco quiere que desperdiciemos el alimento espiritual. Siempre debemos usar sabiamente lo que recibimos de él y compartirlo con los demás para que nada se pierda.
Jesús mismo afirma que él es el Pan de vida y que quien va a él nunca más volverá a tener hambre (Juan 6: 35). Al probar de este Pan, Jesús espera que lo compartamos con las personas que nos rodean. No podemos perder la oportunidad de compartir el alimento espiritual con nuestros familiares, amigos o cualquier otra persona.
¿Te has alimentado diariamente con el Pan de vida? Muy bien. ¿Y las personas que te rodean? ¡No dejes que nada se desperdicie! Comparte el amor de Dios y la verdad de la Biblia. ¡No pierdas el tiempo! Aprovecha cada oportunidad que tengas para saciar el hambre espiritual y física de tantas personas como te sea posible.