La amistad verdadera
“Una vez que David y Saúl terminaron de hablar, Jonatán entabló con David una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo” (1 Samuel 18:1).
Más de tres mil años atrás, en la tierra de Israel, dos jóvenes, Jonatán y David, forjaron una amistad inquebrantable. Jonatán era hijo del rey Saúl, mientras que David era un humilde pastor de ovejas. A pesar de sus diferencias de posición y origen, sus almas se conectaron de una manera especial.
Un día, David mató al gigante Goliat, y eso lo hizo famoso y le brindó el favor del pueblo. En lugar de envidiarlo o sentir celos, Jonatán sintió un profundo amor y admiración por David. La Biblia dice que “llegó a quererlo como a sí mismo”. Esta amistad verdadera estaba basada en el amor, la confianza y el respeto mutuo.
A lo largo de sus vidas, Jonatán y David enfrentaron muchas dificultades juntos, pero su amistad nunca se quebrantó. Incluso cuando Jonatán supo que David sería el próximo rey en lugar de él, siguió apoyando a su amigo. Esta historia nos muestra un ejemplo poderoso de lo que significa tener una amistad verdadera.
¿Qué características crees que son importantes en una amistad verdadera? ¿Cómo puedes cultivar relaciones de amistad que sean tan fuertes como la de Jonatán y David? La amistad verdadera es un tesoro invaluable. Al igual que Jonatán y David, podemos aprender a cultivar relaciones basadas en el amor, la confianza y el respeto. A veces, eso significa estar dispuestos a apoyar a nuestros amigos cuando enfrentan dificultades o cuando disfrutan de victorias. La amistad genuina nos brinda un apoyo valioso en cada etapa de la vida.
Oración: Querido Dios, gracias por el regalo de la amistad. Ayúdame a valorar y cultivar relaciones basadas en el amor, la confianza y el respeto mutuo, como la amistad de Jonatán y David.
