El gozo de la evangelización
“Les dijo: ‘Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas noticias a toda criatura’ ” (Marcos 16:15).
David experimentó un ejemplo vibrante de la alegría que proviene de compartir las buenas nuevas de Jesucristo. Su fervor por alcanzar a los perdidos lo ha llevado a ser testigo de cómo innumerables vidas han sido transformadas por el mensaje de salvación. La experiencia de David en la evangelización nos recuerda el privilegio y la responsabilidad que tenemos de proclamar el evangelio. ¿Quieres saber qué impulsa a David a compartir el amor de Dios?
La Gran Comisión. Marcos 16:15 nos recuerda el mandato de Jesús de ir y proclamar el evangelio al mundo. La evangelización está en el corazón de nuestra misión cristiana, ya que refleja el amor y la gracia de Cristo, y es un llamado para que cada creyente sea parte del plan redentor de Dios.
Compasión por los perdidos. Lucas 19:10 declara: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. La evangelización es impulsada por la compasión por aquellos que aún no han experimentado la gracia salvadora de Jesucristo. Nos insta a compartir la esperanza que hemos encontrado.
Valentía y poder. Hechos 1:8 habla de recibir el poder del Espíritu Santo para ser testigos. La evangelización requiere valentía y confianza en la dirección del Espíritu Santo mientras damos pasos de fe para compartir el evangelio con aquellos que nos rodean.
La Gran Comisión nos llama a compartir las buenas nuevas con compasión, valentía y el poder del Espíritu Santo. Al seguir este llamado, participaremos en la obra redentora de Dios y veremos vidas transformadas, almas salvadas y el avance del Reino de Dios.
Oración: Querido Dios, dame un corazón lleno de compasión por los perdidos y valentía para proclamar tu verdad.