La luz
«Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá luz que le da vida, y nunca andará en la obscuridad» (Juan 8: 12)
LA LUZ ES LO QUE NOS PERMITE VER EL MUNDO QUE NOS RODEA. Es esencial para mantener la vida en la tierra, haciendo que la temperatura sea más suave y permitiendo la fotosíntesis. Pero la luz tiene algunas características difíciles de comprender.
En el pasado existían dudas sobre si la luz estaba formada por ondas o por partículas. Algunos científicos, como Isaac Newton, creía que la luz estaba formada por partículas. Otros, como Thomas Young, creían que la luz estaba compuesta por ondas.
Gracias al trabajo de científicos como Max Planck y Albert Einstein, la mecánica cuántica llegó a la conclusión de que la luz es partícula y onda al mismo tiempo.
En la Biblia, Jesús se presenta como la LUZ DEL MUNDO. Donde hay luz no hay tinieblas, y en Jesús ni siquiera sombra de mal. Es Jesús quien mantiene nuestra vida y nos proporciona calor ante nuestra frialdad espiritual. Y así como la luz es a la vez onda y partícula, Jesús es a la vez Dios y hombre.
Del mismo modo que es difícil comprender la doble naturaleza de la luz, también es difícil comprender la naturaleza de Cristo. Pero gracias a que Jesús es 100 % hombre y 100 % Dios tenemos al Salvador perfecto. Jesús sabe lo que es sufrir en este mundo y lo que es ser tentado. Sin embargo, al mismo tiempo Él es el Dios todopoderoso que puede limpiar nuestros pecados y transformar nuestras vidas.
Entrega tu vida a Jesús y deja que los rayos de luz invadan todo tu ser y aparten toda oscuridad de tu camino. VERÁS QUE LA VIDA TIENE UN BRILLO DIFERENTE CUANDO ESTÁ ILUMINADA POR LA LUZ DEL MUNDO.