«Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros» (1 Juan 3:11).
¿Qué pasos puedes adoptar para fortalecer tus amistades y mostrar amor fraternal en tu vida diaria? ¿Estás dispuesto a cuidar y apoyar a tus amigos, incluso en los momentos más desafiantes?
Hace unos años, en un tranquilo pueblo llamado Colmar, vivían dos adolescentes llamados Yeimy y Patrick. Desde la infancia habían sido amigos inseparables. Compartían todo, desde sus alegrías hasta sus preocupaciones más profundas.
Un día, mientras caminaban, se encontraron con una situación que cambiaría su vida para siempre. En
medio del sendero hallaron un cachorro de lobo herido. Estaba solo y temblaba de miedo. Yeimy y Patrick, sin pensarlo dos veces, decidieron ayudar al pequeño lobo. Lo llevaron a casa, le curaron las heridas y lo alimentaron con cuidado.
A medida que pasaban los meses, el cachorro de lobo creció fuerte y saludable. Lo llamaron «Lupo», y se convirtió en un miembro más de su pequeña familia. A pesar de que todos en el pueblo les decían que un lobo nunca podría ser su amigo, Yeimy y Patrick demostraron que el amor y el cuidado podían vencer cualquier barrera.
La amistad con Lupo les enseñó a todos en el pueblo una lección valiosa: que el amor y la amistad pueden superar cualquier desafío. Aprendieron que, al igual que ellos, podían cultivar relaciones sólidas y duraderas si estaban dispuestos a amar y apoyar a sus amigos, incluso en las circunstancias más inesperadas.
Yeimy y Patrick entendieron que el amor verdadero y el apoyo mutuo eran una demostración del amor profundo que la Biblia les enseñaba. Su vínculo con Lupo también les recordó la importancia de cuidar y proteger a aquellos a quienes amamos.
La amistad genuina y el amor fraternal pueden superar obstáculos inimaginables. A menudo, nuestras relaciones más significativas requieren amor y cuidado constantes. Debemos recordar que las amistades auténticas son un tesoro que se cultiva con amor y paciencia.
Oración: Querido Padre, gracias por la amistad que nos une como hermanos en Cristo.