La gran extinción
«Solamente Noé y los que estaban en la barca quedaron vivos; los demás fueron destruidos: el hombre, los animales domésticos, las aves del cielo y los animales que se arrastran» (Génesis 7: 23).
DURANTE LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS, UN EQUIPO DE INVESTIGADORES de la Universidad Adventista del Suroeste (EE. UU.) ha estado excavando yacimientos arqueológicos en el estado de Wyoming. El resultado puede observarse en el Museo de la Ciencia de los Dinosaurios, que se encuentra en la propia universidad y contiene más de 20,000 huesos de dinosaurios del periodo Cretácico.
Al contemplar la colección, es natural que los visitantes se pregunten: ¿Cómo pudieron extinguirse seres tan grandes? El modelo creacionista prevé que el impacto de un solo meteorito o asteroide no sería capaz de promover la extinción completa de estos seres, pero defiende que hubo un impacto de múltiples meteoritos, además de terremotos, erupciones volcánicas y un diluvio universal. En otras palabras, el diluvio bíblico fue la causa de la extinción en masa de los dinosaurios. El versículo de hoy presenta esta teoría y demuestra que todos los animales terrestres que estaban fuera del arca fueron aniquilados.
El diluvio no solo explica la extinción de los dinosaurios como ninguna de las hipótesis evolucionistas puede explicarla, sino que además justifica la inmensa cantidad de fósiles encontrados en nuestro planeta. Al fin y al cabo, si los dinosaurios hubieran muerto por efecto de nubes de polvo u otros factores derivados del impacto de asteroides, sus cadáveres habrían quedado expuestos y se habrían descompuesto, ya que, para fosilizarse, es necesario enterrarse rápidamente en agua y barro.
Una vez más, ¡LA PALABRA DE DIOS SE MUESTRA COMO LA FUENTE MÁS SEGURA EN LA QUE PODEMOS DEPOSITAR NUESTRA CONFIANZA! Digan lo que digan a tu alrededor, debes saber que siempre puedes creer en lo que la Biblia dice.