La calidad es importante
“Mira, de la tribu de Judá he escogido a Bezaleel, hijo de Uri y nieto de Hur, y lo he llenado del espíritu de Dios, y de sabiduría, entendimiento, conocimientos y capacidad creativa, para hacer diseños y trabajos en oro, plata y bronce” (Éxo. 31:2-4).
Un sábado en la noche, Lisa, nuestro amigo Josué y yo, decidimos ir a la tienda de videos en busca de una película para ver. Mientras examinábamos los estantes en busca de una portada que nos atrajera a todos, noté una que me pareció patética. La cursi ilustración y el terrible diseño gráfico gritaban: “No pierdas tu tiempo. ¡Solo me hicieron para darle empleo a algunos actores de segunda!”
Señalé la caja del video, me incliné hacia Lisa y le dije: “Esta parece una película cristiana”. Y ¿a que no adivinas? ¡Era una película cristiana!
Lisa y yo nos reímos a carcajadas, pero con pesar, reflexionando sobre por qué tantas películas hechas por cristianos parecen pertenecer, en cuanto a calidad, al grupo de películas del tipo: “Zombis mutantes 4: la venganza”. Mientras tanto, Josué, que es judío y, por lo tanto, ignoraba gran parte de lo que los herederos más exitosos de su religión han hecho últimamente, nos miró como si estuviéramos locos.
Pero, ¿qué es todo esto del “arte cristiano”? No es fácil precisar qué significado tiene la palabra “cristiano” en este sentido, e incluso si debería usarse como adjetivo. Hablar de “película cristiana” o de “música cristiana” es como hablar de un “automóvil cristiano”. El problema surge cuando los cristianos tapan con un “Cristo te ama” su mediocridad intelectual y artística. Peor aún, el arte y la literatura cristianos muchas veces pintan un cuadro poco sincero de lo que realmente significa la vida de un cristiano. A diferencia de la cruda honestidad de la Biblia, nos muestran un mundo feliz poblado de cristianos bondadosos insípidos que ni pecan ni se esfuerzan y que, una vez que aceptan a Jesús, jamás sufren o pasan necesidades. Son lindas historias, pero no dicen la verdad y fallan en conectar con una audiencia atrapada en el mundo real.
La Biblia es una obra maestra que, a través de sus historias clásicas, su hermosa poesía, sus interesantes biografías y su sabiduría profunda, ha definido e inspirado el arte durante siglos. Y aunque haya un elitismo espiritual que va en contra de todo lo que representa el evangelio, creo que una de las mejores maneras de testificar del Creador es siendo verdaderamente creativos.