Cuando tengas miedo…
“No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío” (Isaías 43:1).
Dos sentimientos literalmente paralizan al ser humano. Uno de ellos es la culpa; el otro es el miedo.
La culpa tiene que ver con nuestro pasado. El miedo, con nuestro futuro.
De los dos, el miedo es el sentimiento más desafiante. ¿Por qué? Una persona que se siente culpable está preocupada por algo que ya no está bajo su control, pero alguien que tiene miedo del futuro está pensando en algo que podría tratar de controlar.
El miedo es una de las emociones más comunes que podemos experimentar.
¿Qué nos depara el mañana? Al leer las noticias y las perspectivas para el futuro, es difícil no mirar el mañana con miedo. Las personas tienen miedo de no realizarse emocional, profesional y espiritualmente; tienen miedo de muchos tipos de cosas.
¡Pero tenemos buenas noticias! Tener miedo es opcional. Puedes elegir confiar en Dios. Él conoce el futuro. Y, si confías en él, él estará contigo cuando el miedo llame a tu puerta. No tendrás que enfrentarte solo a tus miedos. Dios siempre estará contigo.
En los momentos en que te preguntas “¿Dónde está Dios, de todos modos?”, créeme, él está más cerca de lo que piensas. Haz la prueba. Llámalo y escucha su voz.