
«Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo ni tampoco muere para sí» (Romanos 14:7).
Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesús. Aunque su participación en los evangelios es breve, podemos aprender importantes lecciones de humildad y servicio a partir de su vida.
Romanos 14:7 nos recuerda la importancia de amarnos unos a otros y vivir más allá de nosotros mismos. Esta enseñanza nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos seguir el ejemplo de Tadeo al abrazar la humildad y servir a los demás.
Tadeo se mantuvo fiel a Jesús y a su misión, incluso en medio de las dificultades y la persecución. Su ejemplo nos desafía a no buscar reconocimiento o posiciones destacadas, sino a servir con humildad y entrega en cualquier tarea que Dios nos encomiende.
Con frecuencia podemos sentirnos tentados a buscar la fama, el éxito o el reconocimiento de los demás. Sin embargo, la vida de Tadeo nos recuerda que el verdadero valor está en servir y en ser fieles en nuestras responsabilidades, sin importar lo pequeñas que puedan parecer.
Además, el ejemplo de Tadeo nos desafía a buscar oportunidades de servicio en nuestro entorno. Puede ser a través de acciones cotidianas, como ayudar a un amigo en necesidad, ser un buen ejemplo en la comunidad o participar en actividades de servicio en la iglesia. No importa cuán pequeño sea nuestro servicio, Dios puede usarlo para impactar vidas y mostrar su amor a través de nosotros.
Tadeo resalta la importancia de abrazar la humildad y el servicio cada día. Esforcémonos porque nuestras acciones reflejen la humildad y la entrega de Tadeo. Busquemos servir a los demás como Jesús nos enseñó. Las recompensas vendrán del Cielo.
Oración: Ayúdame a aprender del ejemplo de Tadeo, Dios, y a buscar siempre la oportunidad de ser un instrumento de tu amor y tu gracia. Amén.

