¿Preparado?
«Honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen» (1 Pedro 3:15).
Sí, PARA INVOLUCRARSE EN LA MISIÓN, ES NECESARIO TENER disposición; pero con eso no basta. También tienes que estar preparado. Y no se puede estar preparado sin foco y seriedad. Algunos pasos prácticos pueden ayudarte: orar sin cesar, estudiar la Biblia con propósito y actuar con sabiduría, cuidando que tu comportamiento revele a quién sirves.
En lo que respecta al estudio de la Biblia, ¿qué te parece realizar en los próximos días un estudio bíblico completo? Busca a alguien que pueda ayudarte. Además de fortalecer tu fe y tu relación con Dios, el conocimiento adquirido en ese estudio puede ayudarte a estar preparado para dar razón de tu esperanza.
Al hablar de la preparación de los jóvenes para enseñar la Palabra de Dios, Elena G. de White utilizó el ejemplo de Timoteo, afirmando que él «era solo un joven cuando fue escogido por Dios como maestro; pero sus principios habían sido tan bien establecidos por su primera educación que era digno del puesto de ayudante de Pablo» (Los hechos de los apóstoles, cap. 20, p. 153).
Hablando también de Timoteo, el propio Pablo afirmó que desde niño conocía las Sagradas Escrituras, y comprendió que podrían hacerlo sabio para la salvación mediante la fe en Jesús (2 Timoteo 3:15).
Daniel, Samuel, David, Juan y Elena G. de White fueron llamados a involucrarse en la misión antes de cumplir los 18 años, y llegaron a ser grandes instrumentos en las manos de Dios. ¿Qué tienen todos ellos en común? Que amaban la Palabra y se prepararon para cumplir la misión que les sería encomendada.
¿Te estás preparando para tu misión?
( ) sí -¡Excelente! Jesús estará a tu lado
( ) No -Pide ayuda a Jesús. ¡No pierdas tiempo! ¡Prepárate!