
Enfrentar desafíos con fortaleza
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9, RVR 1960).
El comienzo de la vida universitaria puede ser abrumador. Grecia y Park, con mochilas llenas de libros y un iPad cargado con libros digitales, estaban nerviosos, con una mezcla de emoción y temor. La perspectiva de clases desafiantes y nuevas amistades los llenaba de incertidumbre. Pero en medio de esta tormenta de emociones, recordaron las palabras reconfortantes de Josué 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (RVR 1960).
La fortaleza a la que se refiere este pasaje no proviene de la habilidad propia, sino de la confianza en Dios. Es como estar frente a una montaña imponente: la clave no es depender de nuestra propia fuerza, sino de confiar en la fuerza que Dios nos provee. Es un recordatorio de que no estamos solos en este viaje, sino que tenemos a un Dios que nos respalda.
Josué se encontró en una situación similar cuando fue llamado a liderar al pueblo de Israel y conquistar una tierra desconocida y llena de desafíos. Dios le recordó que no debía temer ni desmayar, porque estaría con Josué. Esta misma promesa se extiende a cada uno de nosotros. Dios está presente en todas las áreas de nuestra vida: en los momentos de triunfo, en los desafíos y en las necesidades más apremiantes. Podemos confiar en que él nunca nos abandonará.
En los momentos de incertidumbre o desafío podemos recordar y aferrarnos a las palabras de Dios a Josué: “Sé fuerte y valiente”. Con esta promesa en mente, enfrentamos cada situación con confianza y valentía. Que esta certeza nos guíe y nos fortalezca a cada paso del camino, al saber que Dios está con nosotros dondequiera que vayamos. Que su presencia nos dé la confianza necesaria para enfrentar cada día con valentía y determinación.
Oración: Ayúdame, Padre, a confiar en ti a cada paso del camino, al saber que tu presencia está conmigo.