
«¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados» (Isaías 43:19).
¡Llegamos al último mes del año! Es un buen momento para echar un vistazo atrás y ver cómo fueron los últimos once meses. Pero también es el momento para prepararnos para lo que viene. La Biblia tiene un par de joyas que nos pueden ayudar a reflexionar y cargar pilas para el próximo año.
Primero, fíjate en lo que dice Isaías 43:19: «¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados». A Dios le encanta hacer cosas nuevas, así que si el año fue duro, hay esperanzas de que lo que viene sea mejor. Puede ser como un reseteo para empezar de cero.
Santiago 4:14 nos ofrece otra joya: «¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla que aparece por un momento y luego se desvanece». Esto es como un recordatorio de que nuestra vida es breve y que hay que vivirla con toda la energía, pero también con seriedad, sin perder tiempo en asuntos que no suman.
Proverbios 27:1 también nos da un consejo de oro: «No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá». Es decir, no hay que volverse locos pensando que controlamos todo. Hay que vivir el hoy, hacer lo mejor que podamos y dejar que Dios maneje el volante.
Y, para cerrar con broche de oro, no olvidemos lo que dice Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Esto es como el superpoder estrella en el juego, porque nos recuerda que, con Jesús, podemos pasar cualquier nivel, por más difícil que parezca.
Así que, mientras nos preparamos para el conteo regresivo, pensemos en todo esto. ¿Qué queremos dejar atrás? ¿Qué nuevas aventuras queremos comenzar? ¿Cómo podemos vivir más conectados con el de Arriba? Usa este mes para recargar, reflexionar y, sobre todo, prepararte para un nuevo comienzo. ¡Cerremos el año con toda la actitud!
Oración: Señor, al cerrar este año, ayúdame a aprender de lo vivido y a encarar el nuevo comienzo con esperanza y fuerza renovadas, confiando en tu guía constante.

