Comida multiplicada
“Dáselo a la gente para que coma, porque el Señor ha dicho que comerán y habrá de sobra” (2 Reyes 4:43).
¿Recuerdas la historia bíblica de la comida multiplicada? Debes estar pensando en el niño que entregó cinco panes y dos pececitos, ¿no es cierto? Pero no es esa historia. No, hay otra situación en la que también se multiplicó la comida. ¿Quieres saber cuál fue?
Un día, un hombre de Baal-salisá trajo al profeta Eliseo una canasta con veinte panes de cebada y algunas espigas verdes. Entonces, el profeta le pidió a su siervo que ofreciera esa comida a todo el pueblo que estaba con ellos. Pero ¿cómo podía ser eso posible? Era poca comida para alimentar a cien hombres. Confiando en Dios, Eliseo pronunció las palabras que lees en el versículo de hoy.
Entonces, el hombre comenzó a repartir comida a cada persona. Y mientras entregaba, llegó más comida. ¿Sabes cuál fue el resultado? Todos comieron, y aún sobró comida.
¿Cómo puede un poco de comida alimentar a tanta gente y ser suficiente para que sobre? Parece imposible, ¿no? Dios hizo un milagro, y los milagros no se pueden explicar; los milagros son milagros. Dios puede hacer lo imposible por ti también. Él tiene el poder de darte muchas bendiciones maravillosas. Así como el milagro de la multiplicación sucedió más de una vez, también puedes recibir milagros y bendiciones multiplicados.