Vida de nuevo
“El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene” (1 Juan 5:12).
Una de las historias más bellas de la Biblia es el relato de la resurrección de Lázaro. El hermano de Marta y de María se había puesto muy enfermo. Jesús estaba a unos cuarenta kilómetros de Betania cuando recibió la noticia de la enfermedad de Lázaro. Cuando llegó a la ciudad, su buen amigo ya llevaba muerto cuatro días. Pero Jesús, de manera milagrosa, y sorprendiendo a todos, lo hizo resucitar.
Tal vez hayas estado triste porque tu mascota murió, hayas visto muchas flores marchitarse, e incluso hayas visto a alguien llorar por la muerte de un ser querido. Ninguna tristeza proviene de Dios. El dolor, el sufrimiento y la muerte que ocurren en nuestro mundo son el resultado del pecado. Pero, debido a que Jesús murió en nuestro lugar, tenemos la esperanza de vivir con él eternamente.
Similar a la resurrección de Lázaro, cuando Jesús regrese, “descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16, Nueva Versión Internacional).
Jesús devolverá la vida a todos aquellos que, antes de morir, lo aceptaron en su corazón. ¡Esa esperanza es reconfortante y maravillosa! Difunde este mensaje hoy a las personas que aún no lo saben.