En él puedes confiar
“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia” (Proverbios 3:5).
Los avances tecnológicos ocurren con tal velocidad, que incluso crearon una broma al respecto. Se cuenta que un hombre llegó a la ventanilla de una aerolínea en Quito, Ecuador, y preguntó:
–Señora, ¿cuánto se tarda en volar de aquí a Buenos Aires?
La ocupada asistente respondió:
-¡Un minuto, señor!
El hombre dijo:
–Gracias –se dio la vuelta y se alejó.
Estos avances a lo largo de la historia aún no han hecho que los viajes Quito-Buenos Aires sean tan rápidos, pero debemos reconocer las muchas hazañas del ser humano, que inventó las computadoras superpoderosas; procedimientos médicos mejorados, que hacen que las cirugías sean más seguras; hizo varios viajes espaciales; ha desarrollado medios de transporte cada vez más cómodos y rápidos… Y es casi imposible creer que hubo un tiempo en el que la humanidad no podía contar con teléfonos móviles, Internet o electricidad.
Con todas estas hazañas, no es difícil que alguien empiece a pensar que es autosuficiente y que puede guiarse por su propio entendimiento. El versículo bíblico de hoy nos advierte sobre esto. Puedes sacar la nota máxima en los exámenes, ser reconocido, tener éxito en los deportes y sobresalir en otras áreas, pero nunca olvides que tu mayor confianza debe estar en Dios, quien te creó y te dio todo lo que tienes.
Hoy, aprovecha la oportunidad para confirmar tu fe en el Señor con una oración silenciosa y privada. Dile cosas buenas y agradécele por ellas. Habla sobre las cosas que te preocupan y pide orientación sobre qué hacer. “Confía de todo corazón en el Señor”.