Nuestro motor
«Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán» (Proverbios 16:3).
HOY APRENDERÁS A HACER UN barco a motor.
Dibuja un barco en una botella pequeña. Después, utiliza cinta adhesiva para pegarle dos palitos largos de madera de forma horizontal, a cada lado de la botella. Deja un poco más de la mitad de los palitos libre, saliendo por fuera de la botella. A continuación, corta dos rectángulos de 9 x 4 cm de la tapa de una tarrina de helado. En uno de los rectángulos, haz un corte en el centro, en el sentido más largo, para poder encajar el otro rectángulo formando una cruz. Estas serán las aspas del barco.
Ahora coloca una goma elástica, como las que se utilizan para amarrar el dinero, con un extremo en cada palito. Comprueba que esté bien tensa. Encaja el remo en la goma, dándole varias vueltas. Sujeta el remo con firmeza y suéltalo solo Cuando tu barco esté en una bañera o estanque de agua. La goma elástica retorcida almacena energía y, cuando se desenrolla, libera esa energía, moviendo el barco en el agua.
Al igual que en este experimento las aspas mueven la lancha, nosotros también somos movidos por algo. Si nos han movido intereses equivocados, que nos han llevado a invertir tiempo y recursos en aquello que es perecedero, entonces nuestros planes pueden incluso tener éxito a los ojos de los hombres, pero al final del camino nos daremos cuenta, tristemente, de que hemos perdido lo primordial. Sin duda, nuestras decisiones, nuestras inversiones y nuestros planes en la tierra revelan hasta qué punto nos interesa estar en el cielo.
El secreto del éxito y de la felicidad completa es PERMITIR QUE DIOS SEA EL MOTOR DE NUESTRAS VIDAS Y NOS DIRIJA POR EL CAMINO QUE EL SABE QUE DEBEMOS SEGUIR. Si la Biblia es nuestra guía, si atesoramos la Palabra de Dios en nuestros corazones, entonces nuestras elecciones/ decisiones revelarán esa realidad. Sé lo que Dios espera de ti y él guiará tu vida.