Soberano
«Y todos los árboles del campo sabrán queyo soy el Señor. Yo derribo el árbol orgulloso y hago crecer el árbol pequeño. Yo seco el árbol verde y hago reverdecer el árbol seco. Yo, el Señor, lo digo y lo cumplo» (Ezequiel 17: 24).
¿HAY ÁRBOLES GRANDES CERCA DE DONDE VIVES? SI TIENES la oportunidad, acércate a uno de ellos, toma una cinta métrica y mide la circunferencia del tronco. Luego dibuja el círculo con la medida correspondiente y mide el diámetro estimado.
¡Ahora imagina un árbol con un diámetro de 8 metros! ¡Ese árbol en realidad existe! Es una secuoya, y se encuentra en un parque nacional de Estados Unidos, James Wolverton, el naturalista que descubrió al gigante, le puso de nombre General Sherman, en honor al general con el que sirvió en la Guerra Civil Estadounidense. El árbol mide casi 84 metros de altura y está considerado como el más grande por su volumen, ¡que corresponde a un peso de unas 2,000 toneladas!.
En el capítulo 17 de Ezequiel, los árboles se utilizan como símbolos de dinastías y reyes. Según la Biblia, estos se mantienen o son derribados de acuerdo con la voluntad de Dios. En este capítulo, una parábola revela el resultado de la infidelidad del rey Sedequías a Dios, que condujo a su caída y muerte. En los últimos versículos, Dios afirma que va a tomar un brote del árbol que representa la dinastía de David y lo plantará en la cima de una montaña. En este punto, no solo se predice la venida de Cristo, sino que hay una advertencia referente a la soberanía de Dios en la historia del mundo y en la sucesión de los reinos.
Aunque nuestras vidas estén marcadas por situaciones difíciles y a veces inexplicables, en ningún momento debemos dudar de que el Dios a quien servimos tiene el control. Él no solo es soberano sobre las naciones, sino que se interesa por cada aspecto de nuestras vidas. Así que, no hagas como el rey Sedequías; permite que Dios sea el soberano también de tu vida.
